Me fingí muerto pero ya no resucité.
Atrapado
16.3.25
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
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Me fingí muerto pero ya no resucité.
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
Escribimos para no dejar de ser quienes somos.
G. Deleuze:
«Quizá soy transparente y ya estoy solo sin saberlo...»
Thomas Szasz:
«Si tú hablas a Dios, estás rezando; si Dios te habla a ti, tienes esquizofrenia. Si los muertos te hablan, eres un espiritista; si tú hablas a los muertos, eres un esquizofrénico»
Marco Aurelio:
«Toma sin orgullo, abandona sin esfuerzo»
Albert Camus:
«La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo sí te mueres»
Charles Caleb Colton:
«Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia»
León Tolstoi:
«A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa»
Voltaire:
«La duda no es un estado demasiado agradable pero la certeza es un estado ridículo»
Mahmoud Al-Tahawi:
«La perfección es el pecado de los vanidosos. La torpeza la virtud de los indefensos»
Fénelon:
«Huye de los elogios, pero trata de merecerlos»
Antón Chéjov:
«Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio»
Bukowski:
«Que no te engañen, chico. La vida empieza a los sesenta»
5 apostillas:
Paco, conocido por sus retos extremos en las redes sociales, decidió probar algo nuevo: fingir su propia muerte para ver cuánta atención podía generar. Sin embargo, parece que se le olvidó la parte más importante del plan: resucitar.
Imagina a Paco en su tumba, esperando a que sus seguidores se desesperen y comiencen a hacer donaciones para su "resurrección". Pero, al parecer, Paco se quedó dormido y olvidó levantarse al tercer día. Sus fans, confundidos, comenzaron a preguntarse si todo era parte de un nuevo reto o si Paco realmente había dejado de fingir.
Mientras tanto, Paco seguía durmiendo, soñando con los likes y comentarios que no llegaban. Su plan de marketing había fallado estrepitosamente. Al final, Paco se despertó con un dolor de cabeza y un montón de notificaciones de "¿Estás bien?" en sus redes sociales.
La moraleja de la historia es que, si vas a fingir tu propia muerte, asegúrate de tener un buen despertador. Y si no resucitas, al menos asegúrate de tener un buen plan B... o un buen seguro de vida.
Ni nadie lo esperaba.
Saludos,
J.
Fingir tiene sus riesgos.
Salud.
Ja, ja, ja, buen micro amigo Joselu. Y como hoy es el aniversario del nacimiento de Vallejo, aquí dejo esto: Masa
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando «¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporose lentamente,
abrazó al primer hombre; echose a andar…
Este microrrelato habla de las consecuencias de evadir la realidad y cómo, al intentar escapar, podemos quedar atrapados en un estado de no-vida, perdiendo nuestra esencia o nuestra capacidad para reconectar con el mundo. Es una historia minimalista pero profundamente reflexiva sobre las decisiones que tomamos y sus efectos a largo plazo. También puede leerse como una reflexión sobre la alienación o la pérdida de sentido. El personaje se desconectó tanto de su entorno que ya no pudo "volver a la vida", quedando atrapado en una trampa existencial.
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