Ceremonias

4.5.19



Los ritos sociales, en especial los religiosos, he tratado de interpretarlos más como la repetición de un hecho incuestionable que pasa de generación a generación, que como un verdadero sentimiento y vocación por el hecho reiterado. En la mayoría de los casos se trata de exteriorizar el estatus social entre el círculo de parientes y amistades. Lo he podido comprobar con familiares donde la invitación era ineludible y que, tras el ceremonial, no lo han continuado alejándose de la iglesia con la misma celeridad que se aproximaron. No les reprocho nada porque es su forma de pensar y lo asumen como algo normal. 

Viene contar esto aquí, porque presencié una escena hace unos días ante el requerimiento de una madre para que su hijo de diez años fuera a la catequesis, y mientras el niño se resistía a ello, lo oí decir con total espontaneidad: «me estáis obligando a ser católico».



3 apostillas:

Albada Dos dijo...

El chaval sabe lo que dice. Las familias tienden a usar las ceremonias religiosas para hacer gala de su estatus y sus costumbres. Esa comunión de un único domingo sería el exponente, o la boda en la iglesia, que no lleva a sr practicante luego..hasta el nacimiento del bebé

Un abrazo

Joselu dijo...

Al margen de la mayor o menor pertinencia de ciertos ritos religiosos, siento una presión progresista insoslayable respecto a la importancia de la religión en nuestras vidas que se quiere ridiculizar o reducir a una cuestión íntima. Este es el tópico extendido por tierra, mar y aire. Sin embargo, el otro día aparecía este artículo en El Cultural sobre la religión en la vida occidental. Al fin, di con una posición profunda y no meramente laicista o propagandista antirreligiosa. Ruego a los visitantes a este blog que lean esta entrevista: OCCIDENTE TODAVÍA NO HA ENCONTRADO UN SUSTITUTO A LA RELIGIÓN

MaLuisa SChaves dijo...

Creo que hay que poner una base religiosa, para empezar la vida, lo que sea, en este caso el bautizo católico. Luego, dejar libertad con ayuda lógica.