Sacudidas

6.5.19



Nunca me he podido sacudir la sensación de que la gente contemple esta inclinación mía a las palabras como una mera inutilidad y un disparate. Pienso que desde una óptica ajena a este mundo debe resultar una delirante pérdida de tiempo.



3 apostillas:

Juan Poz dijo...

Algo de eso le pasa a Asurancetúrix... Todo lo relacionado con la actividad meramente intelectual siempre ha sido "sospechoso" para el común de las gentes; para los "lletraferits", sin embargo, lo sorprendente es que se pueda vivir sin ella...

Albada Dos dijo...

Escribir no es una manera de perder el tiempo, ni lo es leer. Son dos caras de los amantes de las palabras. Lo raro, para mí, es no serlo, como dice Juan

Un abrazo

Joselu dijo...

No andas desencaminado cuando consideras que esta inclinación tuya hacia las palabras es una mera inutilidad y un disparate. Pero no lo es más que cualquier actividad humana. Unos diseñan casas, otros cuidan de sus hogares, otros crean universos pedagógicos para sus alumnos. otros hacen bricolage. Lo importante no es lo que pueda parecer a los demás; lo esencial es cómo a ti te colma de sentido en tu vida íntima. Uno es lo que hace con su vida, sus proyectos, sus ilusiones, sus delirios... Sin todo esto, la vida se cae a pedazos. Tu vida son las palabras, eso basta para crear sentido e iluminar las sombras del discurrir del tiempo. Conozco este blog desde 2006, hace trece años que se dice pronto. Has creado una arquitectura verbal y de ideas que es íntimamente tuya. Nadie más que tú podría haber elevado este edificio que vibra cada día y a algunos nos estimula a pensar. Una vez estuve en una función teatral en que el actor que la representaba actuó solo para un espectador, el único que había ido a la sala. ¿Careció de sentido? Sin embargo, el actor se dio totalmente como si estuviera en una sala repleta de público. Así es la vida. Las cosas tienen el sentido que les demos. Para ti este blog tiene una importancia trascendental. Eso basta. Que sea inútil o disparate es irrelevante, para ti no lo es. En definitiva, en la vida somos todos pobres payasos de nariz roja que actuamos con más o menos gracia, tengamos o no espectadores. Con uno basta para dar sentido a la función. A veces, como es mi caso, el único espectador soy yo mismo: me refiero al ejercicio apasionado de escribir un diario que no tiene espectadores sino yo mismo. Pero para mí tiene sentido. Tal vez no seamos genios de la palabra, pero como escribió Quevedo, "mas tendrá sentido, polvo será, más polvo enamorado".