Manumisión

15.3.11



—Camarero, por favor, nos trae dos cafés —dijo mientras levantaba la mano — Te digo que la sumisión es parte de la genética social.
―El acto de desobediencia como acto de libertad es el comienzo de la razón —contestó Erich.
―Nadie, en su sano juicio acomodaticio, cruza la línea de la docilidad.
―El bien y el mal no existen si no hay libertad para desobedecer.
―Somos seres dúctiles, neutros y neutralizados.
― El peligro del pasado era que los hombres fueran esclavos. Pero el peligro del futuro es que los hombres se conviertan en robots —advirtió Erich a su interlocutor.
―La causa mayor es estar quietos y resignarse.
―La libertad positiva implica también el principio de que no existe poder superior al del yo individual; que el hombre representa el centro y fin de la vida, que el desarrollo y la realización de la individualidad constituyen un fin que no puede ser nunca subordinado a propósitos a los que se atribuye una finalidad mayor —explicó Erich Fromm.



2 apostillas:

Joselu dijo...

Depende de la óptica con que se mire. Si es desde la occidental, la nuestra, es así. Y tiene esa libertad individual sus ventajas evidentes pero también su coste tremendo: la soledad, el abandono, la insolidaridad... En oriente, en Japón mismo, se entiende que el individuo debe someterse a la colectividad. No existe ese anarcoindividualismo que aquí se pergeña. Y estos días nos maravilla que en Japón todos respeten las colas, que no suban los precios, que todos vayan a trabajar, que nadie aflija a los demás con sentimientos que se manifiestes inadecuadamente. Asombra esa cohesión interna, ese pertenecer el individuo a la colectividad a la que se somete igual que a la tradición, aunque ello no quiera decir que las cosas no puedan cambiar. El hombre oriental no tiene su meta en el ego desvocado. Eso forma parte de nuestra tradición cultural para bien o para mal. Y no sé qué es mejor. En todo caso me abstengo de juzgar ni de pensar que lo que propugna Fromm sea inatacable.

Erne dijo...

de Jovencita leía a Eric Fromm

Leía y leía a todo el mundo. Leía y opinaba y me entusiasmaba.

Saqué mis prpias conclusiones y hasta llegué a creerme que´sabía -

Ahora ya no me atrevo a opinar sobre casi nada y cada día me entusiasma menos leer-

Por eso me gustan tus blogs porque otra vez me hacen pensar y sonreir ^. Porque no cuentas rollos en plan " ale aprende" y porque luego entra gente inteligente como Joselu al que también da gusto escuchar.

Yo soñaba mi futuro al lado de una chimenea rodeada de gente como vosotros y dialogando sobre infinidad de temas.
Nunca imaginé que la chimenea y la tertulia se convertirían en algo tan raro como una pantalla de ordenador.

Un saludo para los dos-

Gracias Salud-