Sonó el teléfono y era su propia voz. Le recordaba que se había olvidado recogerlo en la oficina.
Descuido
17.9.10
Sonó el teléfono y era su propia voz. Le recordaba que se había olvidado recogerlo en la oficina.
Etiquetas: cuentos diminutos
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1 apostillas:
Hay mucha gente que lo hace. No puede desprenderse del trabajo y su doble se queda allí haciendo horas extraordinarias, pero un día éste se rebela y protesta.
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