Claustro

21.3.10



Cada noche el hombre leía el libro bajo la luz de la farola y cuando lo cerraba concluían los sueños.



4 apostillas:

franco dijo...

Creo que preferiría soñar otras cosas.

Javier dijo...

Soñar es vivir, vivir dos veces, aunque en ocasiones no nos sea fácil delimitar ambas vidas. De ahí que vaya uno enajenado por el mundo. También, para algunos entre los que me cuento, los sueños son lo que nos permite ser. Sin sueños no seríamos.

Dice el Libro de la Claridad (Sefer Ha Bahir) que el sueño configura al hombre, es su columna vertebral. Esta interpretación espiritual concuerda perfectamente con la idea de trascendencia del individuo occidental. Pero qué más da Este que Oeste, las necesidades esenciales del individuo son las mismas en todas partes, aunque, por lo visto, no todos necesiten soñar.

Un abrazo.

Maria Coca dijo...

Qué bonito...

Adolfo González dijo...

Sin sueño es tan imposible dormir como imposible despertar.