Hay seres humanos dignos de compasión con los que el infortunio se ha encarnizado. Es el caso de Marimar que, cercana a la treintena, pasa sus días encerrada en casa. Busca en Internet a tres de sus padres ya que convive con el que la engendró. Mantiene esta teoría porque conoce que a su madre le hicieron transfusiones de sangre de tres hombres distintos durante el embarazo. Un exceso de autoritarismo maternal frustró sus expectativas vitales y la convirtió en lo que es ahora: un pellizco de demencia.
La niña de los cuatro padres
15.5.09
Hay seres humanos dignos de compasión con los que el infortunio se ha encarnizado. Es el caso de Marimar que, cercana a la treintena, pasa sus días encerrada en casa. Busca en Internet a tres de sus padres ya que convive con el que la engendró. Mantiene esta teoría porque conoce que a su madre le hicieron transfusiones de sangre de tres hombres distintos durante el embarazo. Un exceso de autoritarismo maternal frustró sus expectativas vitales y la convirtió en lo que es ahora: un pellizco de demencia.
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2 apostillas:
Si ya es bastante complicado tener que asumir un padre y una madre, no quiero ni pensar en cuatro padres. Esto me recuerda la película Mamma mía. Uf.
Jamás he entendido lo de "la voz de la sangre", ni el prestigio del líquido vital, a no ser por la pérdida, claro está, que nos seca de raíz. ¡Ni quiero pensar qué tumbos darán aquellos de quienes se dicen que tienen "la sangre de horchata"! ¿Buscarán en los campos de chufas?, ¿en las horchaterías?
Me quedo con la expresión final: "pellizco de demencia". Idónea para la "olla podrida" psicológica que soy.
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