Rictus

19.12.08



Gunder Glucksmann, capellán, padre espiritual, confesor de las hijas del Sacré-Coeur, abjuró de la risa para imitar el modelo de Jesucristo, a quien no se le conoce ningún testimonio escrito de esta faceta humana. Un museo local en la diócesis de Belfort-Monbéliard conserva su mandíbula como una prueba abnegada de la resistencia a ser abatido por la tentación.

6 apostillas:

franco dijo...

Y el que no se ría al leer eso que done su mandíbula también.
Podrían conservar la de Diógenes como ejemplo contrario, ya que ven en los huesos las convicciones...

frikosal dijo...

Extraordinario. Y otras cosas podría haber dejado expuestas, incorruptas. Prodigio.

Anónimo dijo...

Eso sí que es un propósito, o, más bien, un despropósito.

Quizá conserven la mandíbula para ver si la resistencia pervive en la muerte.

Beso.

LIA

Juan Poz dijo...

A don Quijote, sin embargo, salvo uno retórico en la despedida de Sancho al quedarse en Sierra Morena para imitar a Amadís, no se le conocen llantos, con todo lo que le llueve, además...

BLQ dijo...

que no sé conoce testimonio alguno de que Jesús riera? Pues tendré que poner una queja a los comercios, pues el tío de rojo está riendo todo el rato... o ese no es Jesús, pfff que lio, como ya no se sabe si el 25 fue Jesús o Nicolás quien nació y pues por tal de vender se transforma todo y por tal de adorar al dios dinero se utiliza todo sin ninguna vergüenza (Saint Nicolás anteriormente y en algunos sitios aún ahora se celebraba el 6 de diciembre, día de su muerte)

saludos

Antero dijo...

Lo trágico es que, tal vez, fuera feliz en su existencia.


En cuanto a reliquias ahí va mi pódium particular. Medalla de bronce: el santo prepucio del Niño Jesús. Medalla de plata: una pluma del arcángel San Gabriel. Medalla de oro (y campeón indiscutible): un frasquito con vapores pertenecientes al Espíritu Santo.


Un saludo (y una carcajada a mandíbula batiente).