Crimen sin castigo

7.12.08



Cada vez que paso por esa callejuela lo recuerdo aunque han pasado muchos años. Es como un eco en mi cabeza. Allí encontraron muerto a joven repartidor de leche que, antes del amanecer, recorría la ciudad en su motocicleta. Nunca se supo quién lo atropelló y se dio a la fuga. Todas las sospechas apuntan a que fue un accidente. Es probable que el responsable fuera una persona de buenas costumbres, respetuoso y buen hijo de vecino. Y así habrá vivido durante años.

Me pregunto, entonces, dónde queda la conciencia humana que, en su animalidad, pesa menos que nada.

8 apostillas:

Marta Domínguez Senra dijo...

Lo que no sé es si los que se dan a la fuga lo hacen porque se sienten culpables y aterrorizados o si se van porque se desentienden.

Joselu dijo...

Ser decente o no a veces es cuestión de una decisión que debe tomarse en décimas de segundo. El terror y el deber moral se enfrentan...

Maritza Bueno dijo...

¿Que es la conciencia, como se forma? Si desde que nacemos no tenemos personas que nos enseñen con el ejemplo, no con la palabra y el castigo... de seguro que en situaciones como esta, el individuo se aterroriza y sale corriendo sin pensarlo, por temor a las consecuencias.

La conciencia tiene muchos amortiguadores. Buscamos todo tipo de justificaciones para quedar tranquilo.

BLQ dijo...

en este caso como en casi todos los de la vida queda muy lejos, demasiado lejos

Anónimo dijo...

Elogio de la mala conciencia de uno mismo

El ratonero no tiene nada que reprocharse.
Los escrúpulos le son ajenos a la pantera negra.
No dudan de lo apropiado de sus actos las pirañas.
El crótalo se acepta sin complejos a sí mismo.

No existe un chacal autocrítico.
El tábano, la langosta, la tenia y el caimán
viven como viven y así están satisfechos.

De cien kilos es el corazón de la orca,
pero no le pesa.

Nada más animal
que una conciencia limpia
en el tercer planeta del sol.

(Wislawa Szymborska, El Gran Número, 1976)

Patricia Bernal dijo...

Hola, un gusto como siempre leerte..!! sabes, creo que nadie que tenga la sangre fria como para dejar desamparada a una persona en esas condiciones, porque seguramente cuando huyó, el repartidor aun agonizaba... puede ser considerada una "buena persona" por muy buenas costumbres que tenga o de muy buena familia...

Kim Basinguer dijo...

Estoy de acuerdo con Joselu, es algo que hay que resolver en milesimas de segundo y el miedo suele ser mal consejero.

Nada en especial dijo...

No será tan buen hijo de vecino si huyó. Y si en ese momento el miedo le hizo huir, más tarde tuvo tiempo de reflexionar. Mi opinión.