Rifa

22.12.08



Borges, en su cuento La lotería en Babilonia, disertó sobre azar y destino: «Si la lotería es una intensificación del azar, una periódica infusión del caos en el cosmos ¿no convendría que el azar interviniera en todas las etapas del sorteo y no en una sola? (…) En la realidad el número de sorteos es infinito. Ninguna decisión es final, todas se ramifican en otras. Los ignorantes suponen que infinitos sorteos requieren un tiempo infinito; en realidad basta que el tiempo sea infinitamente subdivisible, como lo enseña la famosa parábola del Certamen con la Tortuga. Esa infinitud condice de admirable manera con los sinuosos números del Azar y con el Arquetipo Celestial de la Lotería, que adoran los platónicos...» Dicho esto, qué tipo de mensaje críptico quiso enviarnos el escritor porteño. ¿Algo relacionado con la Navidad o fue puro azar de un recogedor de ritos?

9 apostillas:

franco dijo...

Qué trago amargo fue cuando leía en ese cuento que tuvieron que aumentar los números de castigo...

Joselu dijo...

No sé contestar a tu pregunta, pero en cuanto a la lotería sé seguro que no me va a tocar. El rito lo vivo como telón de fondo de la mañana. Quiero que mis hijas lo tengan presente en su recuerdo afectivo como lo tengo yo. Ya son muchos los sorteos que he vivido. Casi la vida se podría contar en cuanto a sorteos vividos desde tiempo inmemorial. ¿Cuántos viviremos más?

Recomenzar dijo...

Escribes que me haces pensar.besos compartidos desde Miami

Sibyla dijo...

Te diré que nunca jamás juego a nada que tenga que ver con el azar. Así qu jamás podré tener nada que ver con esas estadísticas infinitesimales con la posibilidad del acierto, durante el transcurso de mi vida...


Salud2!!!

Pedro Estudillo dijo...

¿Destino o Azar? ¿Acaso no es la misma cosa?
Yo pienso que sí, y me encomiendo cada día a mi azar.
Un abrazo y que tu azar te ampare.

Maria Coca dijo...

Para mí que lo escribió tal día como hoy, justo cuando no le tocó la Lotería de Navidad.


Feliz Navidad.

Y Besos lunáticos festivos para hoy.

frikosal dijo...

Estaba Borges mosqueado por que le hicieron una trastada laboral. Entonces, por que era un genio, en lugar de quedarse pataleando concibió esa Babilonia con una lotería demencial donde cualquier cosa era posible.

El sorteo de Navidad es abominable.

Sirena Varada dijo...

Sinceramente no sé lo que quiso decir Borges (tal vez él tampoco) pero lo que sí sé es que adoro el azar y odio la lotería.

Un beso

Anónimo dijo...

¿Ni aquí se libra una de la lotería?