Joseph Campbell en ‘El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito’ señala que «la novela moderna, como la tragedia griega, celebra el misterio de la destrucción, que en el tiempo es la vida. El final feliz es satirizado justamente como una falsedad; porque el mundo tal como lo conocemos, tal como lo hemos visto, no lleva más que a un final: la muerte, la desintegración, el desmembramiento y la crucifixión de nuestro corazón con el olvido de las formas que hemos amado».
Sin haberlo leído hasta ahora es un discurso que me viene de lejos como un eco que se repite.
5 apostillas:
Es un eco que se repite porque es el primer problema existencial del hombre desde que el mundo es mundo: ¿Que sentido tiene la vida si el final de todo es la muerte y la destrucción?.
Hacía tiempo que no pasaba por aquí y veo que te has habierto más blog. Qué capacidad creativa tienes! Enhorabuena.
La tragicomedia de la existencia humana. Menudo novelón...
El final feliz es una invención preconizada por la idea de salvarse a toda costa, y en la acutalidad esa tragedia se ha reinventado desaforadamente tanto en el cine como en la literatura. Otra vez las estrcuturas circulares, el arquetipo que definía Eliade, el sabor agridulce de la vida que antes que nada es un largo embrutecimiento.
un saludo.
De que sea un final feliz o no depende de dónde coloques el punto final...
tossmuertos
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