La primera vez que descubrí aquella sentencia me llamó la atención. Contaba pocos años de edad y, al entrar al camposanto, la pude observar sin entender qué significaba: «Polvus eris et in polvus reverteris». Si estaba en ese lugar, me dije, su importancia debería tener. Más tarde supe que anunciaba la única certeza irreductible. La única inalterada.
Hoy que entiendo su valor prefiero aferrarme, en versión libre, al verso que culmina un memorable soneto de Quevedo: «Polvo seré más polvo enamorado».
5 apostillas:
Por mientras, habrá que conformarse con un polvo :P
Polvo enamorado del viento, aferrado, sí, a la certeza. No hay de otra: siempre nos dejamos arrastrar.
En la entrada de un pequeño cementerio que está en medio de la plaza de un pueblecito catalán, hay una frase en la verja que reza "Avui, jo; demà tu" O lo que es lo mismo "Hoy, yo; mañana, tú", lo que resulta estremecedor. Da ganas de irte rápidamente a disfrutar de la vida mientras se pueda. Supongo que es su propósito. Espero.
"serán", no "seré".
Polvo, humano polvo,lleno de lluvia de recuerdos, de los pocos instantes que bastan. Interesante comentario.
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