Reafirmantes

12.2.25

 

Alguna que otra vez se hace necesario reivindicarnos ante nosotros mismos.



Contornos

11.2.25

 

Demasiada luz nos desvela los sueños.



Chisporroteos

10.2.25

 

En el temblor, no en la duda, es donde nos sabemos chispa iluminadora de la oscuridad.



Flashback

9.2.25

 

Alexander revisa las fotos de su teléfono móvil. Se da cuenta entonces que las instantáneas que aparecen no las ha hecho él y que los personajes que retratados le son irreconocibles, menos por un pequeño detalle: aquel tatuaje.



Placibilidad

8.2.25

 

A veces la muerte es solo eso, el anhelo de descansar, de estar en paz con el mundo y con lo que somos.



Aguas tranquilas

7.2.25

 

Nadamos en la memoria del olvido y no llegamos a encontrar tantos momentos perdidos.



Acertados

6.2.25

 

Sin el riesgo de equivocarse nunca se puede saber si ha valido la pena vivir.



Dioscuros

5.2.25

 

Lo ominoso no es la sombra que nos acecha, sino la que proyectamos al huir de la luz.



Concurrencia

4.2.25

 

Inesperadamente, me siento perdido pero no me preocupa, sé que pronto me encontraré.



Evolucionabilidad

3.2.25

 

La realidad es estática, la imaginación dinámica.



Misterio

2.2.25

 

—Tengo un secreto que me hace vivir feliz.

—¿Y cuál es?

—Es impronunciable porque desaparece cuando se cuenta.



Peliagudo

1.2.25

 

Fácil es saber qué no se es, dificultoso saber qué somos.



Conjugados

31.1.25

 

Somos un siendo, un sido y un seremos.



Compromisos

30.1.25

 

Lo más comprometido es, en este momento, reivindicar lo que somos.



Masticaciones

29.1.25

 

Lo difícil no es vivir la vida, sino aceptarla tal como es.

Autocontemplaciones

28.1.25

 

Detestamos, ocasionalmente, en los demás todo aquello que somos incapaces de reconocer en nosotros mismos.



Malgastada

27.1.25

 

Sabemos que lo que nos mata es estar vivos pero hay quien muere sin haber vivido.



El encuentro

26.1.25

 

Rita caminaba distraída por la orilla de la playa mientras ve como las olas arrastran hasta el rebalaje una botella de cristal que gira por el impulso del mar. Curiosa la recoge para ver el mensaje que contiene. Tras extraerlo, mira el texto: «cuando leas este escrito sabrás que es tu letra y que te escribo desde tu pasado». ¿El pasado? ¿Qué pasado? No haya respuestas en su mente de quien pudo ser aquella mujer que ahora le escribía. Desconcertada volvió a leer aquellas palabras: «Tuviste una vida ¿no la recuerdas? La de una joven que se ató a un destino por un amor». Nada en su cabeza, no había nada que le recordara a aquella historia. Entonces miró al cielo y al amplio mar como para entender que le estaba ocurriendo, pero nada de aquello tenía que ver con ella y con su vida actual. Temblorosa desenrolló de nuevo el papel pero su contenido era distinto nuevamente: «No busques respuestas afuera porque están dentro de ti. Cierra los ojos y escucha lo que siempre has sabido y nunca has querido oír». Rita dejó caer el papel por un momento trastornada por un ligero vértigo mientras se preguntaba cómo era posible que el mensaje cambiara frente a sus ojos. Acariciada por la brisa del marina y llena de inquietud volvió a mirar el aviso donde pudo leer: «Te olvidaste de ti y durante años viviste para otros, para cumplir promesas que no eran tuyas». Una ráfaga de imágenes cruzó, en ese instante, su mente como un relámpago, mezclando una risa olvidada, unas manos escribiendo cartas a escondidas, un amor prohibido que la había cambiado para siempre, hasta poder entender que aquel texto que se reescribía a sí mismo no venía de otra persona, sino de una versión de ella que se reescribía. Una última frase se litografió en el papel: «El mar siempre devuelve lo que crees perdido. Si has encontrado esto, te has encontrado a ti misma».



Ontologías

25.1.25

 

De lo que pude haber sido soy lo que estoy siendo.



Favorecidos

24.1.25

 

Soy un ser afortunado: puedo caminar, reír, sentir la brisa del mar y el calor de la luz, hablar y ser escuchado, amar y ser amado...