Elongación

En cualquier locura pervive un hilo de lucidez escasamente suficiente para aguantar el peso de la realidad.

Impericia

El error ajeno atenúa el propio si su torpeza anticipa la nuestra.

Actos

Escribe la poetisa Maillard que «el orden nos exime de ser libres», y una vez exonerados de tal peso podemos hacer cuanto queramos bajo nuestra irresponsabilidad.

Francachelas

Uno de los síntomas decadentes de una sociedad opulenta lo fija el despilfarro de su tiempo libre. Una colectividad que determina su ociosidad en la vorágine festera parece instalada en la inopia mental. Los romanos instauraron su circo, nosotros hemos establecido las ferias y las fiestas.

Maquinador

Conspirar contra lo establecido es tarea prometeica. Los blogueros son unos fabuladores del mundo.

Conversiones

Existe el que transforma su frustración en amargura. Otros, en cambio, convierten su frustración en un mayor fracaso que desemboca en resentimiento. El sufrimiento esponja el corazón hasta ennoblecerlo. La inquina arruina el pensamiento y lo lleva a la locura.

Prêt-à-porter

El traje a medida de muchos blogueros (y periodistas) se confecciona en el uso del cortar, copiar y pegar.

Nada

Uno de los hitos de mi infancia fue aprender a nadar. Aquella emoción de adentrarme en el mar sin flotador permanece inalterable. No hacer pie y nadar.

Igual ocurre con la conciencia humana que, desprendida de ese chaleco salvavidas de misticidades y moralinas, se aventura a nadar en la nada de la existencia hasta disolverse en ella.

Atisbo

Hay quien sólo ve maldad donde otros ven ineficacia.

Identidades

Según Kenneth J. Gergen «el yo es un artista del fraude social que manipula las imágenes para alcanzar determinados fines». No me cabe la menor duda cada vez que me planto frente al televisor.

Incapacidad

La desesperanza y el resentimiento no son camino alguno para ninguna meta pero la felicidad aparece como una entelequia intelectual que nos anula sentir los padecimientos de la materia humana.

Bloguerías

Ramón Gómez de la Serna definió la greguería bajo la fórmula: humorismo + metáfora = greguería. Sin intención de que el francés Jules Renard se levante de su tumba, las paridas de un bloguero habría que enunciarlas como: atrevimiento + imaginación + humor + sentimiento + comunicación + libertad + tecnología + entusiasmo + amistad = bloguería.

Clónicos

Si alguien clona a esa mascota que tuvo y murió, cuánto tardaremos en pedir que se clone al ser querido que se marchó de este mundo. Sin recuerdos implantados lo veremos nacer de nuevo y observaremos cómo vivirá su infancia, su adolescencia, su juventud y su madurez. Hasta que nos vea desaparecer. Va a ser difícil pronosticar el futuro con la experiencia del pasado.

Bloguicidas

Perder el tiempo es suicida y escribir un blog requiere una gran dosis de tiempo perdido. Es, éste, un ejercicio de suicidio diario.

Facebook

En cierta ocasión escuché decir a una persona que tenía un millón de amigos en Facebook, esa red social que se ha vuelto tan popular. Pensé, entonces, si tuviera igual número de amistades cuánto tiempo debería emplear en cruzar con ellos apenas unas palabras. Los nuevos modelos sociales imponen relaciones de efimeridad.

Interruptus

Dos personas hablan por teléfono a una considerable distancia en kilómetros o en un ambiente distinto. Su comunicación les da la sensación de estar cercanas y vivir un momento de aproximación y continuidad en su existencia. Sin embargo es al revés. Han desconectado de su realidad y se han abstraído en ese momento. La repetición de nuevas llamadas hace que su vivencia se vea, continuamente, interrumpida por numerosos cortes de la realidad que la contiene. La vida moderna es tan fraccionaria que se descompone en su esencia.

Discontinuos

Decía Faulkner que «se puede confiar en las malas personas; no cambian jamás». En un tiempo donde «la certidumbre es la excepción» como apuntó Mary Catherine Bateson, son buenas referencias apostar por lo inalterable.

Batallar

Ante la venganza propuesta por su amigo le respondió: al enemigo vencido y moribundo hay que dejarlo sucumbir en su decadencia. Cualquier vestigio de venganza y ensañamiento, más que acabar con él lo harán fuerte en su padecimiento y resistente en el tiempo.

Trazos

Rayado en una pared pude leer un día: «El desamor siempre recela. Su contrario nunca se solivianta». Sin terminar de entender del todo el enunciado, me llenó de inquietud pensar en la mano escribiente de aquella frase.

Demoliciones

Igual que se derriban las estatuas erigidas por los dictadores, así el yo hinchado es abatido por su engreimiento.