Interruptus

5.8.08



Dos personas hablan por teléfono a una considerable distancia en kilómetros o en un ambiente distinto. Su comunicación les da la sensación de estar cercanas y vivir un momento de aproximación y continuidad en su existencia. Sin embargo es al revés. Han desconectado de su realidad y se han abstraído en ese momento. La repetición de nuevas llamadas hace que su vivencia se vea, continuamente, interrumpida por numerosos cortes de la realidad que la contiene. La vida moderna es tan fraccionaria que se descompone en su esencia.

2 apostillas:

Anónimo dijo...

La vida moderna está llena de escapadas, como si no pudiesemos soportar nuestra existencia continua.

Un beso.

LIA

dulce dijo...

Tienes razón, nos abstraemos. Lo mismo pasa ahora con el messenger. Te transportas. Como un viaje astral. La vida moderna nos fracciona sí, pero aún puede maravillarnos en la ficción de la magia.