Igual que se derriban las estatuas erigidas por los dictadores, así el yo hinchado es abatido por su engreimiento.
Demoliciones
1.8.08
Igual que se derriban las estatuas erigidas por los dictadores, así el yo hinchado es abatido por su engreimiento.
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2 apostillas:
uff... ¿Estás seguro? No creo que sea el propio engreimiento el que derribe el yo hinchado, precisamente, más bien lo alimenta. Pero todo abuso supone un empacho hasta reventar, ahí te daría la razón, sí.
Los romanos tenía un personaje, cuyo nombre no recuerdo, que se situaba al lado del emperador en los festejos de celebraciones de victorias y demás supercherías, le decía al oido: Recuerda que sólo eres un hombre.
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