Desafectos

4.12.05


Me encuentro con una chica cuyos padres se acaban de separar tras un proceso doloroso. En mitad de la tormenta, me explica, los hijos sufren del interés de sus progenitores por atraerlos hacia un lado del conflicto. «No piensan el daño que nos hacen porque tenemos el corazón dividido», refiere con los ojos vidriosos.Al final de la conversación, la chica concluye que igual que nos enseñan a querer deberíamos aprender a desquerernos de una forma sensata. La famosa sentencia: “hasta que la muerte os separe”, no ha ayudado mucho, me dice. El desamor tiene tantas opciones como su contrario.

Ruido de fondo

Una persona, sentada frente a la pantalla de su ordenador, escribe una palabra y le responde el eco de Internet. No estamos solos.

Declaración Universal de los Derechos Humanos

Artículo 31

Toda persona tiene derecho a no comprar Lotería de Navidad y a ser protegida de los vendedores compulsivos de participaciones.

El hombre de las tres íes



—Yo soy el hombre de las tres íes —me dijo de sopetón.
—No entiendo –le contesté sorprendido.
—Sí. Primero fui el hombre invisible para las mujeres
que me interesaban; después fui el hombre imposible para las que me quisieron; y
ahora, cumplida cierta edad, soy el hombre inservible para todas ellas.


Obsesión

2.12.05

«Voluntad es destino». La dichosa frase no ha parado de darme vueltas en la cabeza desde hace muchos años.

Escrituras

Hacer que la realidad sea pura ficción y que lo imaginario se haga real para así consumar el círculo de la escritura creativa.

Poder mediático

—Un día escribiré algo sobre ti en Internet.
—¿Y me tratarás bien?
—Yo sólo escribo, eres tú mismo quien redactas la historia.

El asesino



«Este fin de semana he recorrido mil kilómetros. En el parabrisas llevo las señales de todas mis víctimas».

Magnetismo

1.12.05


Un estudio científico señala que los poetas y los artistas plásticos son más proclives a convertirse en ‘imanes sexuales’ que hombres de otras profesiones. Además, su creatividad y pasión los convierte en verdaderos fogosos amantes. Al parecer a las mujeres les atraen más este perfil de hombres: creativos, bohemios, incluso más desleales e infieles que el resto.

Así que chicos, manos a la obra. Hay que ponerse a escribir versos o crear obras de arte.

El síndrome del pez volador

29.11.05




—Estoy harta de ser mujer —me confesó Lucía—. En la próxima vida me pido ser hombre. Deberíamos ser como algunas especies de peces tropicales que tienen una cierta flexibilidad en cuanto a su determinación sexual.
—¿Y cómo es eso? —pregunté intrigado.
—Ocurre, por ejemplo en una especie de peces voladores, que son machos en la primera etapa de su vida y luego cambian a hembras.



Sin palabras

20.11.05



Casimiro había madrugado y pasó el día habla que te habla, en un monólogo interior. Había estado solo toda la jornada mientras escuchaba sus pensamientos sin abrir la boca, pero no tenía la sensación de silencio, sino la de haber hablado mucho. Por eso cuando sonó el teléfono, a esa hora en la que pone el día su luz de cierre, apenas pudo mantener una conversación porque no reconoció aquel sonido como su voz propia.



El corazón ‘partío’

19.11.05

— ¿A quién quieres más a tu ordenador o a mí?
—Son amores distintos.

Desamor

18.11.05



Todavía busco tu lágrima. La que rodó por tu mejilla que manó de tu lagrimal e inundó tu cristalino cuando tu corazón se apenó por la palabra hiriente que sonó a no.

Malditos roedores

17.11.05



Una de las plagas bíblicas que circulan por Internet es esa maldición de cadena de correos que viene a justificarse con algo así como: “Pide un deseo. Envía este mensaje a 10 personas en el plazo de una hora. Si lo envías, tu deseo se realizará. Si no lo envías, sucederá lo contrario a tu deseo... luego me dices qué pasó”.
Pero claro y si no pido un deseo y envío el mensaje, ¿se cumplirá mi no deseo? Y si no lo envío ¿cómo me sucederá lo contrario de un no deseo? Y por último, ¿cómo cuento que me sucedió un no deseo y qué no me sucedió?
Esta noche no duermo.

Parto

16.11.05



Salí del metro en Urquinaona y miré a mi alrededor. Durante un instante permanecí erguido y quieto. Después me pregunté: ¿el mundo es esto?

El olor de la guayaba

15.11.05


El aroma que desprende la guayaba a nadie deja indiferente, mientras para unas personas su olor es seductor y agradable, otras no lo soportan. Suele suceder igual con algunas relaciones humanas. ¿Será que todo es pura química?

La medusa

14.11.05




Me dijo: «mírate en mis ojos». Y quedé petrificado.



Historial de quejas

13.11.05


Hace tiempo que no me dices nada bonito.
No me tienes en cuenta.
Nunca me dices lo guapa que estoy.
Nunca hacemos nada juntos.
No atiendes a lo que te digo.
Nunca me haces caso.
Cuánto me has echado de menos.
He renunciado a cambiarte.
No valoras las cosas que hago.

Caídos por la patria

12.11.05

Han muerto seis obreros de la construcción tras caerles encima una estructura cuando construían un tramo de la autovía del Mediterráneo. Para ellos no habrá funerales de estado, ni medallas, ni discursos, ni le rendirán honores las más altas instancias. Porque ellos con sus rudas manos de obreros no hacen patria, sólo carreteras.

Resignación

11.11.05




Sentado junto a mí en el banco del parque aquel hombre me confesó: en mi juventud traté de cumplir con la máxima que escribió Baudelaire hay que ser sublime sin interrupción. El paso del tiempo, que todo lo simplifica, me ha hecho un ser corriente, fragmentario y contradictorio.