El hombre de las tres íes

4.12.05



—Yo soy el hombre de las tres íes —me dijo de sopetón.
—No entiendo –le contesté sorprendido.
—Sí. Primero fui el hombre invisible para las mujeres
que me interesaban; después fui el hombre imposible para las que me quisieron; y
ahora, cumplida cierta edad, soy el hombre inservible para todas ellas.


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