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En la zapatería
28.11.17
—En la medida que el ser humano desciende de los primates, esos zapatos le quedan que ni pintados.
—La gran visión de Darwin no estaba equivocada, solo incompleta.
—Se lo digo desde mi modesta posición de vendedor de zapatos, señora Margulis, pero Darwin queda muy lejos del origen de la vida, que a saber…
—No sé muy bien si la vida es una materia envuelta en energía o si es energía envuelta en un caldo de materia.
—Bueno, pero no dejará de admitir que ante eso nos hemos cubierto de una idea etnocentrismo por la cual pensamos que el Universo existe por nosotros.
—El planeta estaba aquí mucho antes que nosotros y seguirá aquí después de nosotros. Al planeta le va bien. Lo que nos preocupa es salvarnos a nosotros mismos y salvar el estilo de vida de la clase media.
—A pesar de todos los mitos y todas las mentiras que nos han contado.
—La vida precede a la reproducción. Hay moléculas de ADN que pueden reproducirse y no tienen nada de vida. La vida es mucho más que eso.
—Este zapato le sienta bien a su pie. Y dígame ¿qué es la vida?
—La vida es una unión simbiótica y cooperativa que permite triunfar a los que se asocian.
—Entonces hemos evolucionado poco.
—El cuerpo del animal evoluciona no solo como respuesta a presiones externas del medio, sino también para adaptarse a las preferencias sexuales del sexo opuesto.
—Al final los poetas van a tener razón sobre el deseo a nivel de fisión sexual.
—La primera fusión celular, precursora de la fecundación, podría haber sido consecuencia del canibalismo: un microorganismo se comió a otro sin digerirlo.
—Cuanto desconcierto.
—El lenguaje de la evolución a veces parece ofuscar más que iluminar.
Etiquetas: aforismo dialógico, Lynn Margulis
Tanatorio
19.6.12
La tarde se arqueaba hacia la anochecida. El calor y el aburrimiento acompañaban al operario que, sentado a la puerta del edificio, apuraba un cigarrillo.
—Buenas —le saludó un transeúnte.
—Buenas —le respondió con desgana casi sin mirarle.
—Parece que hay poco trabajo.
—Últimamente no se muere mucha gente.
—¿Y eso?
—Qué sé yo, los precios, la crisis, el gobierno que no quiere muertos. Vaya usted a saber.
—Pues vengo a darle trabajo.
—Qué quiere —dijo el operario mientras torcía la boca con un mohín.
—Vengo a morirme.
—A morirse, ¿viene a morir aquí? —le espetó algo indispuesto— Oiga, aquí ya se viene muerto.
—No encuentro mi muerte y pensé, igual aquí me la dan seguro. Como Heinrich Heine decía que el que piensa en la muerte está ya muerto a medias, pues ya estoy más cerca.
—También Diderot dijo que el mártir espera la muerte y el fanático corre a buscarla.
—¿No fue Borges quien dijo que la muerte es una vida vivida y la vida es una muerte que viene?
—Disculpe pero más que borgiano estoy con Malraux cuando dice que la muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida.
—No estoy para reflexiones sino para morirme.
—Usted y cualquiera pero no tenga prisa, hombre. Ya sabe lo que decía Keynes que a largo plazo todos estaremos muertos.
«Hay una gran desconexión entre lo que se ha demostrado científicamente y lo que la gran mayoría de la gente cree» Lynn Margulis
Etiquetas: aforismo dialógico, Borges, Keynes, Lynn Margulis
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