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Comprobaciones
4.12.12
―¿La libertad siempre fue delante del entendimiento, señor Locke?
―Donde no hay ley no hay libertad. Pues la libertad ha de ser el estar
libre de las restricciones y la violencia de otros, lo cual no puede existir si
no hay ley; y no es, como se nos dice, ‘una libertad para que todo hombre haga
lo que quiera’. Pues ¿quién pudiera estar libre al estar dominado por los
caprichos de todos los demás?
―Eso entra dentro de la búsqueda de la verdad.
―El que quiera seriamente disponerse a la búsqueda de la verdad,
deberá preparar, en primer lugar, su mente a amarla.
―Todos lo dicen.
―Una señal inequívoca del amor a la verdad, es no mantener ninguna
proposición con mayor seguridad de la que garantizan las pruebas en las que se
basa.
―¿Sin pruebas no hay conocimiento?
―Ningún conocimiento humano puede ir más allá de su experiencia.
―Eso se debería aprender en la escuela.
―El trabajo del maestro no consiste tanto en enseñar todo lo
aprendible, como en producir en el alumno amor y estima por el conocimiento.
―Y descartamos lo intuitivo.
―La noticia que a través de los sentidos adquirimos de las cosas
exteriores, aunque no sea tan cierta como nuestro conocimiento intuitivo,
merece el nombre de conocimiento.
―Algo que no se acepta de buen grado.
―Las nuevas opiniones son siempre sospechosas, y usualmente opuestas,
sin ninguna otra razón mas que aún no son comunes.
―Lo que crea aún más desazón.
―Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una
disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.
―Es la dinámica en la que están envueltos.
―Aquello que es estático y repetitivo es aburrido. Aquello que es
dinámico y aleatorio es confuso. En el medio yace el arte.
―Estamos envueltos en la disidencia.
―Cada uno es ortodoxo con respecto a sí mismo.
Etiquetas: aforismo dialógico, Locke
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