Salud

1.1.21



Hay quien se alegra la vida con un vaso de vino —a veces también yo—, pero a mí, sobre todo, me embriagan las palabras.



3 apostillas:

Joselu dijo...

Yo uno las palabras y el vino como Omar Jayam aunque sin su estro.

Albada Dos dijo...

Pues somos dos. No me emborracho de palabras, pero se puede acercar

Un abrazo

Juan Poz dijo...

Eso es porque no conocéis los efectos espirituosos de la gaseosa. Recordadme que un día de estos me explaye sobre el tema..., hip!