Los habitantes de Oymyakon, el lugar más frío del planeta, no dejan de pecar ni un solo día, seducidos por la idea de que los manden al infierno.
Témpanos
27.12.20
Etiquetas: cuentos de domingo, cuentos diminutos
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2 apostillas:
jaja, pobres :-). Un abrazo
Un microcuento excelente.
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