Letras corruptas

22.4.11



Mañana es el Día del Libro. Fiesta y folklore en torno al libro —cada vez más descontextualizado—, la escritura y los lectores. También de los autores prisioneros del negocio editorial, muchos de ellos acusados de 'corruptos' en una página web titulada 'La fiera literaria'. Será que como malpensante que soy, no me sorprende nada esta página, aunque sí algunos de sus nombres. Claro que los escritores no están exentos de la naturaleza humana por muy geniales que resulten, como bien prueba el libro 'Escritores contra escritores' de Albert Angelo, donde se puede leer desde el «inaguantable» de Valle-Inclán contra Góngora, hasta el «me parece una mala escritora simple y llanamente, y llamarla escritora es darle cancha. Ni siquiera creo que Isabel Allende sea escritora, es una escribidora» de Roberto Bolaño contra Isabel Allende.



1 apostillas:

Juan Poz dijo...

El resentimiento, la envidia, la ambición, el endiosamiento, el orgullo, el egocentrismo, el egotismo, el egoísmo, la miseria moral... son, todos ellos, atributos propios de los escritores, pero no sol de ellos. Sigue vivo el concepto de depositario de las "palabras de la tribu", de gran "chamán" del alma individual y colectiva, y después vienen los desengaños. Cela forjando su fama con las miserias de los perdedores de la Colmena y viviendo como un marqués y alternando con la escoria de la derechona más rancia... ¿Por qué se les exige a los escritores una grado de compromiso moral que no nos exigimos a nosotros mismos? No, no son las Letras las que están corruptas, sino el negocio de las letras que, como cualesquiera otras actividades sociales, también tiene sus cloacas...
Lo cierto, con todo, es que hay vidas que te alejan de las obras y otras que te acercan a ellas, y, en no pocas ocasiones, obras de cuyos autores no quieres saber nada y autores de cuyas obras ídem de ídem.
Lo que internet ha venido a reescribir, ya veremos con qué fortuna, es el canon tradicional. Intuyo que para el futuro cambiarán mucho las Historias de la Literatura... ¡Ojalá!