MSN

13.11.08




El ‘emeeseene’ es paradigma de la nueva comunicación humana. Revela usos actuales de la personalidad: ficticia, enmascarada, simuladora y no por ello menos elocuente o sincera.
Bajo el anagrama MSN se puede esconder un interlocutor que no es un interlocutor, una respuesta a una pregunta no formulada. La existencia de lo intangible. El relleno de la soledad. 

9 apostillas:

Anónimo dijo...

Todo lo que hacemos es una forma de llenar el tiempo o de despreciarlo.

Un beso.

LIA

V a v o dijo...

una careta mas, un paso mas lejos del leer los pensamientos. A mi me gusta.

Anónimo dijo...

Y si es tan cierto, luego no se sabe que hay atrás de signos, palabras e ideas enfrascadas en un correo electrónico.

Joselu dijo...

La verdad es que nunca he experimentado las emociones y encubrimientos que sugieres con el MSN. No sé si me falta algo.

3'14 dijo...

Me cansa escribir un sms y me cuesta, porque requiere ser breve y conciso, cualidades de las que no dispongo, prefiero llamar y comunicarme verbalmente, y si no, por correo electrónico, que para eso no hay límite de caracteres.

Por cierto, estás tagueado en mi blog. En él la respuesta a semejante frase encriptada ;)

Isabel Barceló Chico dijo...

Creo que también nos retrata a quienes no estamos colgados de ellos o escribimos poniendo todas las letras. ¿Será algún problema de personalidad, o es que somos, sencillamente, antiguos? Besitos.

Patricia Bernal dijo...

el relleno de la soledad... cierto, pero en ocaciones también otro causante de la misma soledad...

dulce dijo...

Hola, regreso de un retiro voluntario y vengo a encontrar esas palabras tan directas que aunque solo signos lingüísticos, saben llenar soledades. Todo está en la mente y en el valor que le damos a las cosas. Un placer volver aquí.

^Â^ dijo...

No estamos solos, solo lo estamos en nuestro interior y de la forma que queremos sino son aquellas personas enfermas de soledad caen en el avismo de la depresión. Y son solo ellas las que logran salir.
El ser humano es fuerte o débil depende de lo independiente que se haga de la soledad.