El filósofo Fa Ts'ang, afecto a la escuela Hua Yen, pronostica que, en un instante dado y de forma simultánea, sucederán la totalidad de las cosas. Algo que nos abocará a la iluminación.
No parece, sin embargo, que haya otro momento más lúcido que aquel que nos ocurre ahora.
11 apostillas:
Según Fa yo debería de estar en un perpetuo estado de iluminación y como mucho solo alcanzo estados de conciencia exacerbada de los que me alejo con fastidio y discreción.
El mouse pad ha cobrado vida. Era yo, la comentarista anterior.
Me temo que no tenemos otra cosa que esos estados fragmentarios de conciencia.
AAOIUE, es que me parece que no has leído el tomo segundo, donde el mismo Fa Ts'ang, aunque entonces su nombre ya había evolucionado hasta el definitivo por el que frecuentemente se le conoce, Faa Ts'angg, dice que su famoso pronóstico del tomo primero solamente pretendía negar la posibilidad del tiempo, ya que al no existir el espacio, solamente la iluminación es la que puede abocarnos a algo. Parece complicado, pero en realidad Faa Ts'angg negó la iluminación, que por eso ahora llamamos ilustración, en definitiva nuestro vulgar siglo XVIII.
Me gusta tanto alterar mi estado de concienca en momentos de extrema lucidez que a veces creo que me van a confundir con una toma de corriente. Te regalo unos cuantos voltios. Besos
Hola, estaba dando un paseo desde el blog de Chulima y he entrado a fisgar un poco, me gusta tu blog y volveré.
Tienes todos esos blogs que están en tu perfil??
Saludos^^
Pues yo creo que ese momento lo viví en un sueño!
En qué estaremos fallando entonces?
Saludos!
Animal de fondo: me ha recordado usted mismo, sin quererlo tal vez, a José Lezama pero sin su prodigiosa colección de visiones, hipostasías y espejismos. No he leído ni el primer tomo de Fa ni el segundo de Faa seguramente porque creo en nuestro siglo XVIII, del que tan poco se habla, como si el siglo XIX hubiera sido más moderno (!).
Por aquí nos veremos.
aaoiue: Mil disculpas; quise hacer una broma con complicidad con usted, y por lo que veo me salió un churro: le ruego me perdone.
Ni siquiera me salió bien lo que dije del s. XVIII; con vulgar quería haber expresado conocido, cercano; y claro, al decir vulgar se leyó vulgar; normal. Otra vez será.
Que no, hombre de fondo, que le pillé la broma (me encantan las chinoiséries). Otra cosa es que tuviera el tiento de seguírsela. Eso, que sea. =8)
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