Malditos roedores

17.11.05



Una de las plagas bíblicas que circulan por Internet es esa maldición de cadena de correos que viene a justificarse con algo así como: “Pide un deseo. Envía este mensaje a 10 personas en el plazo de una hora. Si lo envías, tu deseo se realizará. Si no lo envías, sucederá lo contrario a tu deseo... luego me dices qué pasó”.
Pero claro y si no pido un deseo y envío el mensaje, ¿se cumplirá mi no deseo? Y si no lo envío ¿cómo me sucederá lo contrario de un no deseo? Y por último, ¿cómo cuento que me sucedió un no deseo y qué no me sucedió?
Esta noche no duermo.

Parto

16.11.05



Salí del metro en Urquinaona y miré a mi alrededor. Durante un instante permanecí erguido y quieto. Después me pregunté: ¿el mundo es esto?

El olor de la guayaba

15.11.05


El aroma que desprende la guayaba a nadie deja indiferente, mientras para unas personas su olor es seductor y agradable, otras no lo soportan. Suele suceder igual con algunas relaciones humanas. ¿Será que todo es pura química?

La medusa

14.11.05




Me dijo: «mírate en mis ojos». Y quedé petrificado.



Historial de quejas

13.11.05


Hace tiempo que no me dices nada bonito.
No me tienes en cuenta.
Nunca me dices lo guapa que estoy.
Nunca hacemos nada juntos.
No atiendes a lo que te digo.
Nunca me haces caso.
Cuánto me has echado de menos.
He renunciado a cambiarte.
No valoras las cosas que hago.

Caídos por la patria

12.11.05

Han muerto seis obreros de la construcción tras caerles encima una estructura cuando construían un tramo de la autovía del Mediterráneo. Para ellos no habrá funerales de estado, ni medallas, ni discursos, ni le rendirán honores las más altas instancias. Porque ellos con sus rudas manos de obreros no hacen patria, sólo carreteras.

Resignación

11.11.05




Sentado junto a mí en el banco del parque aquel hombre me confesó: en mi juventud traté de cumplir con la máxima que escribió Baudelaire hay que ser sublime sin interrupción. El paso del tiempo, que todo lo simplifica, me ha hecho un ser corriente, fragmentario y contradictorio.


El empleo

10.11.05


Diego entró a trabajar en una planta de hormigón porque ya tenía edad como para ganarse la vida. Su padre le había buscado aquel empleo después de hablar con uno de los jefes de la empresa con el que mediaba cierta amistad.
Polvo, ruido y sudor. Muchas horas entre rudos operarios pasó Diego hasta comprender que aquello no era los suyo. Claro que el grupo de verbena con el que actuaba como guitarrista cada fin de semana no daba para mantener una casa con dos niñas y una mujer.
Diego pensó en marcharse pero antes decidió que lo echaran para pedir una indemnización. Al menos no se iría con las manos vacías, se dijo. Activó un plan de protestas. Primero fueron unos auriculares para el ruido, después unas mascarillas para el polvo, botas y mono de trabajo nuevo. Los descansos respetarlos. Así hasta elaborar una larga lista de reivindicaciones que le fueron satisfechas. Pero no lo despidieron.
Pasado un tiempo el sector de la construcción de la zona tuvo un periodo que los economistas llaman de rescisión y la empresa comenzó a desprenderse de personal. Diego pensó «esta es la mía» y no fue así. Tras una primera oleada de despidos él continuó en la planta. Las ventas siguieron su descenso y aumentó el personal que fue a la calle, pero Diego permaneció allí ante el inminente cierre de la empresa.
Un día fue citado junto al último compañero que permanecía contratado. Diego, al fin, sabía lo que se avecinaba y esperaba desde hacía tiempo. Un ejecutivo les ofrecía dos alternativas: despido e indemnización o traslado. El otro obrero escogió por la segunda opción. Diego eligió la indemnización.
La empresa trasladó al compañero de Diego a una planta filial que estaba a 300 kilómetros de distancia. A Diego lo dejó, hasta el día de hoy, como único empleado y jefe del empleo del que siempre quiso marcharse.

El príncipe y el mendigo

9.11.05



Amalia nació cuando Leonor. Su madre es desempleada y su padre trabaja como temporero. Como Leonor, Amalia tendrá todo el cariño de sus padres y poco más. No tendrá una vida de lujo y parabienes. No tendrá un predestino, ni reinará en ningún otro lugar que no sea el corazón de quienes la puedan querer.
Podemos pensar que es el azar aquello que nos sitúa en un lugar u otro, pero hay voces que no dejan de decir que existe una determinación social aplastante.

Pellejo

8.11.05

La serpiente mudó de piel y creyó que era otra. Los cambios nos obligan a renovarnos y a pensar que somos distintos.

Primero de mes

7.11.05



Como cada primero de mes Úrsula va a ingresar el correspondiente dinero para pagar la hipoteca de su piso, hábito que si no lo remedia un golpe de fortuna deberá repetir durante varios lustros. Como cada primero de mes Úrsula debe enfrentarse a una larga cola de personas en parecidas circunstancias a la suya y con similares estados de ánimo. Como cada primero de mes Úrsula pasa, ensimismada, un buen rato mientras le toca su turno en ventanilla y repasa los quehaceres de ese día. Como cada primero de mes Úrsula, para distraerse, lee los carteles que cuelgan de las paredes del banco: ‘Colabora en la campaña contra el hambre en África’. ‘Ayuda a la Asociación Española Contra el Cáncer’. ‘Apadrina un niño’. ‘Deja tu donativo para una oenegé’. Como cada primero de mes Úrsula piensa que con los intereses que le cobra su entidad bancaria ya podían repartir sus beneficios entre tantos necesitados.

Mariposas

6.11.05



En un rincón de la casa, aislado de las miradas, hay un tazón lleno de aceite usado. Navegan sobre ese negro mar, como oscuros veleros, algunas lamparillas prendidas. Una por cada familiar difunto: una por cada ser ausente. Cada año se renueva la liturgia de las candelillas. Los que ya no están, llamados por las pequeñas lenguas de luz, se citan a beber de las llamas de las mariposas reunidos en derredor. Los imagino de vuelta a la casa que ocuparon y en la que sintieron penas y alegrías, dudas y certezas. Los oigo charlar de asuntos diarios y del tiempo agotado. Un día seremos como una de esas pequeñas lenguas de fuego. Después nada.



Infanticidio

5.11.05



Robarle la infancia a un niño es como matarlo. Crecerá pero nunca más volverá a habitar ese tiempo. Es lo que ocurre con una moda que denominan ‘tweenagers’ (entre edades), niñas –principalmente– dedicadas a ser artistas y famosas. Detrás la ambición desmedida de unos padres sin escrúpulos y los intereses de la empresas en adiestrar consumidores lo antes posible. La conclusión es que los pequeños siguen estas modas y pierden un tiempo precioso irrecuperable que los hace mayores sin haber sido niños.
Y las televisiones, donde tanto se habla de proteger a los menores, programan esos espacios en la franja horaria de los adultos, donde hay cortes publicitarios para el consumo de adultos. ¡A la cárcel deberían ir todos!

Otra vida

4.11.05



− No le tengo miedo a la muerte − me dijo con aplomo −. Si acaso me asusta pensar que en la otra vida las mujeres no tengan sexo.

Disyuntiva

3.11.05


Según los psicólogos a muchas mujeres una relación estable no las satisface sexualmente y una inestable las deja insatisfechas emocionalmente. Al parecer se debe al papel de ‘supermujeres’ que han adquirido y por el que no puede prescindir del trabajo, descuidar a los hijos, la casa, la pareja, los padres y cuidar su aspecto físico. Me temo lo peor.

Patio de vecinos

2.11.05



Cometo un pecado (todos los días peco, dónde si no se va a estar más a gusto que en el infierno). Me pongo a visitar bitácoras o ‘blogs’. Considero un pecado perder el tiempo. Es como para un millonario perder dinero.
Me apesadumbro por el estado de ánimo general que me da este juego llamado ‘blogosfera’. Cada día soy un conectado a Internet por la libertad mental que me da –aunque esté atado a la tecnología-, pero el mundo de los ‘blogger’ se parece mucho a un patio de vecinos. Sé que hay algunas cosas buenas y otras interesantes, otras hasta sinceras, pero en general es como la realidad que me rodea todos los días: mucho protagonista, mucho gurú, mucho ego.
Y perdonen las molestias.

Ex cátedra

1.11.05



«A los hombres no hay quien los entienda». Así hablaba una mujer casada siete veces y divorciada igual número. Se podía decir que en su sentencia había causa de conocimiento.

Despedida

31.10.05


Hace unos días dejé mi viejo coche en un desguace. Todavía no me he repuesto de su pérdida. Cuando nos despojamos de aquello que nos roza la piel sentimos como si parte de nosotros se despegara también.

La otra mitad

30.10.05



− A mí me ocurrió al revés − me comentó −. Fue ella la que se llevó mi corazón cuando me sonrió.

Mitades

29.10.05



Una antigua sentencia oriental afirma que el hombre que hace sonreír a una mujer consigue la mitad de su corazón. Nada dice de la otra mitad.

Legalidad

28.10.05



El chico se acercó a la barra del bar y pidió un cubata. La camarera le indicó un cartel.
− ¿Sabes qué pone allí? No puedo servir bebidas alcohólicas a menores de edad.
− Vale, dame un coca cola − pidió el chaval sin inmutarse.
Tras coger su consumición se sentó en una mesa con otros muchachos de su edad y encendió un cigarrillo mientras escuchaba a un humorista que no paraba de hacer chistes sobre cómo consumir toda clase de drogas.

Apariencias

27.10.05



Ser como un iceberg que no descubre lo que esconde bajo la superficie del agua. Mostrarse sencillo y no llamar la atención aunque ocultemos los más grandes secretos.

Sin solución

26.10.05

De niño ya me lo decían: tú lo que tienes es mucha boca. Siempre me caían encima todos los tortazos. Y sigo en lo mismo pero en vez de hablar, lo que hago es escribir más de la cuenta. Algunos individuos no tenemos remedio.

Suspicacia

25.10.05

Conocí a un tipo que solía utilizar dos relojes de pulsera de manera diaria. Decía no fiarse de que le escamotearan su tiempo.

¿Inteligentes?

24.10.05


Afirman que si a un bebé de la Edad de Piedra se le pudiera transportar hasta la época actual y se le educara igual que a los niños de hoy en nada se diferenciaría, cuando creciera, de las personas de ahora.
Lo que nos ha hecho evolucionar respecto a otras especies, incluso tan cercanas como el chimpancé, ha sido el intercambio de conocimientos y de información. Cada día estoy más contento que exista Internet, aunque no me falten motivos para lo contrario.

El heredero

23.10.05


Sé que la imaginación popular viaja muy lejos, a veces lejísimo. El otro día en una cafetería mientras esperaba para desayunar no pude sustraerme de una conversación que mantenían dos mujeres mientras comentaban una noticia de actualidad.
− Va a ser niño − afirmó una de ellas.
− ¿Y tú cómo lo sabes? − preguntó la otra.
− Tengo mis fuentes y son fiables. A la princesa le han practicado algo de técnicas de manipulación genética para que sea niño.
− ¡Qué barbaridad! Eso es algo machista ¿no?
− Es para evitar un problema constitucional por eso de la ley sálica.
− Ya, pero no deja de ser una discriminación de género.
En ese momento el camarero interrumpió mi escucha.
− ¿Qué va a tomar? − me interrogó.
− Lo de siempre.

Mañana voy al médico

22.10.05

Nunca te acostarás sin saber una cosa de más, me repetían de niño. Y hoy he descubierto que puedo ser más un ‘geek’ que un ‘nerd’ o un ‘friki’. Esta noche no duermo tranquilo y mañana, sin falta, tendré que ir a ver a mi médico de cabecera.

Reconocimiento

21.10.05

–A un tipo que se llama Fernando Alonso por correr mucho con un coche le dan el premio Príncipe de Asturias. En cambio, a mi hija, que es gimnasta desde niña, que entrena hasta ocho horas diarias, que casi si la vemos, no le dan ni las gracias. Y cuando hablo de mi hija hablo también de sus compañeras o de otros atletas anónimos, de los corredores o de los ciclistas. Eso sí es sacrificio y eso sí es deporte.
La escucho en silencio.
– ¿Pero en qué país vivimos?
–En este –le digo –. Y se marcha.

La cita

20.10.05


Ella necesitaba amor. Él sólo quería sexo. Los dos se demostraron lo contrario.

Leyenda oriental

19.10.05


Cuenta una leyenda oriental que, cierto día, se cerraron las puertas del Paraíso y que todas las oraciones de los fieles no lograron hacerlas abrir para que pudieran entrar las almas que trasmigraban de este mundo. La preocupación y los rezos fueron en aumento, igual que las almas de los difuntos que, desorientados, bajaban de nuevo al mundo con la importante crecida de almas en pena. Llegado un momento tal, el punto crítico del fluido inmaterial de almas, superó en mucho al de cuerpos materiales y colapsó la vida. Desde entonces La Tierra está habitada por fantasmas.

Discusión matrimonial

18.10.05


− Mira Pepe tú no sabes lo difícil que lo tengo para llegar a fin de mes con lo que tú me das − la mujer hizo una pausa −. Por todo, ya te digo, no sólo es por el dinero, es la casa que le hacen falta unos arreglillos − sollozó sincopadamente −. Y luego está lo de la niña que se ha empeñado en trabajar de camarera en un bar de noche, para volver a las tantas. Y tú que nunca me ayudas, te callas y dejas las cosas correr. Pero a mí se me fríe la sangre con cosas como esta, qué quieres que te diga.
La mujer sacó un pañuelo de papel del bolsillo y se apretó las aletas nasales para proseguir con su retahíla de lamentaciones.
− Y de tu hijo mayor qué me dices. Va a dejar los estudios porque primero está lo de estabilizar su relación de pareja. Desde que conoció a esa tiene el juicio en otra parte, no se da cuenta dónde se mete.
Un tumultuoso silencio se acercó hasta el lugar donde estaba la mujer que se retiró unos metros. Puso cara de circunstancias, es decir, se apenó mientras pensaba «bueno mi Pepe ya tiene otro más con quien hacer amistad». Cuando el cortejo se marchó pasó el pañuelo de papel por la foto que había en la lápida.
− Tú siempre tan callado y dándome la razón como a las tontas − y se despidió.

Reconocimiento

16.10.05


–A un tipo que se llama Fernando Alonso por correr mucho con un coche le dan el premio Príncipe de Asturias. En cambio, a mi hija, que es gimnasta desde niña, que entrena hasta ocho horas diarias, que casi si la vemos, no le dan ni las gracias. Y cuando hablo de mi hija hablo también de sus compañeras o de otros atletas anónimos, de los corredores o de los ciclistas. Eso sí es sacrificio y eso sí es deporte.
La escucho en silencio.
–¿Pero en qué país vivimos?
–En este –le digo–. Y se marcha.

La cita

15.10.05


Ella necesitaba amor. Él sólo quería sexo. Los dos se demostraron lo contrario.

Inmóvil

14.10.05


Lo confieso, no tengo móvil. Se trata de una medida de autodefensa y preservación de la salud.

Viernes

13.10.05


Los viernes son metafísicos. Plantean la palpitación de la semana y nos hunden en su esencia. Cumplimos con la semana porque creemos que el viernes nos traerá una playa desierta, la cima de una montaña que domina el horizonte, un bullicio de bares o un sofá sin estrés. Pero ahonda en nuestro autoengaño más que ningún otro día. Llegado el viernes ya no sabes dónde estás si frente a la fiesta que oculta otra semana o en la despedida de los días laborables.

La conjura de los necios

12.10.05


El título de la sorprendente obra de John Kennedy Toole me anima a escribir este comentario. Quizás la metáfora cervantina de la lucha contra los molinos de vientos no sea otra cosa que la pelea diaria contra la necedad y sus actores: los necios.Ese dicho que refiere que no hay algo más peligroso en el mundo que un tonto con mala leche, no viene más que a ponernos en guardia sobre la necesidad de tomar conciencia que los imbéciles son mucho más dañinos de lo que nos creemos. Hay quien afirma que su peligrosidad radica en que son mayoría.

Cavila

11.10.05


Lao Tse refiere en el Tao que “todo el universo ha sido creado de la nada”. Después de leer esto puede uno vivir tranquilo sin reformular su estrategia vital.

Reencuentro

10.10.05


Dos antiguos amantes se volvieron a encontrar en una cafetería después de muchos años. Tras intercambiar información sobre sus vidas él confesó:
─Contigo me equivoqué, nunca debía haberte dejado.
Ella lo miró dulcemente para tranquilizarlo.
─No, no te equivocaste. Acertaste por mí y me diste la oportunidad de conocer y querer a otros hombres.

El arte de la guerra

9.10.05


En cierta ocasión leí en un viejo tratado sobre la guerra lo siguiente: Nunca trates a un enemigo como tu enemigo –aunque tampoco debes dejar de pensar que lo es–, le darás la ventaja de fortalecer su espíritu. Relaciónate con él de manera que tú aparezcas relajado y amistoso, confundirás sus pensamientos y debilitarás sus convicciones: dudará en atacarte.
Siempre he pensando que una sonrisa desarma al más pintado.

¡Que viva España!

8.10.05


Un amigo que viajó recientemente a Dinamarca me cuenta como anécdota que mientras cruzaba por un zona rural vio, junto a unos saquitos de patatas, un tarro de cristal con las monedas que la gente deposita tras llevarse el producto que se expone en mitad del campo. Ese día leo en un diario que el propietario de un bar, aprovechando que le han robado dos máquinas tragaperras termina por robarse él mismo el resto de enseres del establecimiento. Todavía nos diferencia del resto de Europa la tradición picaresca del siglo de oro español.

La física del amor

7.10.05


Las fuerzas de Van der Waals se definen como atracciones débiles de corto alcance entre átomos de carga eléctrica opuesta. Algo parecido ocurre, con el tiempo, entre algunos amantes.

Colegas

6.10.05


−¡Antonioooo! ¡Qué a gusto vives, cabrón!
−¡Tú si que vives bien, bribón!
−Bueno, que te vayan dando mucho por culo.
−Y a ti que te la pique un pollo.

Sexualidades

5.10.05

El jerbillo es capaz de copular con cien hembras en una hora, el hámster 65 en el mismo tiempo y el león hasta 157 veces en 55 horas. El rinoceronte tiene cópulas de hasta dos horas. El acto sexual del insecto palo dura diez semanas sin interrupción.Los humanos pensamos que descubrimos la sexualidad como placer pero después de ver a los animales es mejor ponerlo en duda.

Déjà vecu

4.10.05

Me confesó: “a veces parece que uno ha vivido tantas vidas en una sola existencia”. Por qué me dices eso, le pregunté.
Tras mirarme en silencio, con la mirada ausente durante un momento, me contestó: “son como retazos que me llegan de mi pasado. Un flash repentino que me devuelve una imagen en la que no me reconozco y, sin embargo, protagonicé”.
Callé por un instante y como para calmar su angustia le dije si se arrepentía de algo. Entonces sonrió: “no, ni mucho menos, pero es tan inquietante esa imagen de extrañeza que, a veces, dan los recuerdos sobre uno mismo”.

Los límites del corazón

3.10.05


Marco Aurelio otorgaba a los amantes de su hermosa esposa Faustina los mayores honores, según cuenta su biógrafo Juluis Capitolinus. Con la debida distancia, he conocido a personas que obraban semejante parecer ante las infidelidades de su pareja. ¿Habrá que reconocer, acaso, que hay personas capaces de amar más allá de donde se detiene la mayoría?

Lo inesperado

2.10.05

Apenas contaba nueve años. Una mañana de domingo fui, con un grupo de vecinas mayores que yo, hasta el cine para comprar una entrada. Mi corazón alborozado caminó por las calles llenas de luz y se emocionó ante la cita de la tarde cinematográfica. Llegamos juntos a la taquilla del cine y cada uno compró sus localidades.
A la vuelta feliz como un niño que cumple su deseo decidí tomar un camino de vuelta casa diferente a la pandilla de jovenzuelas que me acompañaban. Tenía tanta prisa por llegar que me planteé echar por el trayecto más corto.
Había dado apenas unos pasos cuando un chaval, algo mayor que yo, interrumpió mi caminar. Me preguntó qué era lo que ponía en las entradas que llevaba en la mano. Con toda mi ingenuidad desplegué las papeletas y me dispuse a leer las letras impresas. No me dio tiempo a terminar la lectura. Los tiques volaron de mis manos.
Mi alegría desapareció de repente. Rompí a llorar mientras intentaba alcanzar al ladrón que pronto desapareció en una encrucijada de callejuelas. Mi desconsuelo fue a más igual que mi llanto.
Sin saber cómo se acercó a mí una mujer y me preguntó por mi compungido estado. Tras contarle mi desventura la señora identificó al muchacho, me pidió que me tranquilizara y me llevó hasta la casa de aquel joven.
Al llegar a una vieja casa, la mujer interrogó a una joven que cuidaba un bebé, sobre unas entradas de cine, y ésta le señaló que estaban en el poyo de la chimenea. La chica contó que su hermano acababa de traerlas y que se las había encontrado. Recuperada la papeleta la mujer me acompañó y cuando estaba cerca de casa me dejó ir.
Aquel día aprendí, en una sola lección, no a confiar ni a desconfiar de mis semejantes o del destino, sino a esperar lo inesperado.

Disfraces

1.10.05

Un día leí un proverbio indio que decía: “no olvides que debajo de tu ropa estás desnudo”. Bajo las apariencias no somos muy distintos.

Corral

30.9.05


El cacareo político cada vez es mayor. Insoportable.

Siesta

29.9.05


Me cuenta un conocido que ha aprendido, tras el almuerzo, a echar la siesta mientras ve los anuncios de televisión. Me dice que como la publicidad cada vez se parece a sus sueños, al despertar es como si viera cumplidos sus deseos. Supongo que debe ser así y algunas mujeres cambiarán a sus ‘hombres’ porque no saben manejar la lavadora; otras se reirán mientras se demuestra que ‘ellos’ saben hacer dos cosas a la vez: el café y multiplicar la tabla del uno. Habrá madres que puedan quitar de la cabeza a sus hijas las tonterías que aprenden en televisión con un desparasitador y padres que hagan la comida y frieguen los platos. También como hay una edad para todo, la hay para tener una determinada marca de automóvil.

Mochilas

22.9.05







Los he visto esta mañana. En sus ojos había un temblor que ya no recordaba. Una sensación de desamparo ante el mundo lleno de rostros y ambientes desconocidos; un miedo transfronterizo. En las pesadas mochilas que cargaban sus espaldas: libros de texto, cuadernos, lápices de colores y un bocadillo. 

Ahora, pasado el tiempo, pienso que a la escuela habría que ir con un solo libro en la cartera, ese que se titula ‘El cuento de la vida’ y volver a casa con la lección bien aprendida sobre las trampas del deseo, el amor y desamor, el descuento del tiempo, el ilógico destino humano, la enfermedad y la vejez, la especulación de la fe. Regresaríamos sabios, aunque eso sí perderíamos el sentimiento ingenuo.