Infanticidio

5.11.05



Robarle la infancia a un niño es como matarlo. Crecerá pero nunca más volverá a habitar ese tiempo. Es lo que ocurre con una moda que denominan ‘tweenagers’ (entre edades), niñas –principalmente– dedicadas a ser artistas y famosas. Detrás la ambición desmedida de unos padres sin escrúpulos y los intereses de la empresas en adiestrar consumidores lo antes posible. La conclusión es que los pequeños siguen estas modas y pierden un tiempo precioso irrecuperable que los hace mayores sin haber sido niños.
Y las televisiones, donde tanto se habla de proteger a los menores, programan esos espacios en la franja horaria de los adultos, donde hay cortes publicitarios para el consumo de adultos. ¡A la cárcel deberían ir todos!

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