Mochilas

22.9.05







Los he visto esta mañana. En sus ojos había un temblor que ya no recordaba. Una sensación de desamparo ante el mundo lleno de rostros y ambientes desconocidos; un miedo transfronterizo. En las pesadas mochilas que cargaban sus espaldas: libros de texto, cuadernos, lápices de colores y un bocadillo. 

Ahora, pasado el tiempo, pienso que a la escuela habría que ir con un solo libro en la cartera, ese que se titula ‘El cuento de la vida’ y volver a casa con la lección bien aprendida sobre las trampas del deseo, el amor y desamor, el descuento del tiempo, el ilógico destino humano, la enfermedad y la vejez, la especulación de la fe. Regresaríamos sabios, aunque eso sí perderíamos el sentimiento ingenuo.

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