Cada vez que veo a una persona que pasa las horas jugando al solitario en un ordenador pienso «qué aberración». Eso deriva del pensamiento fundamental que para mí tiene el juego y el ordenador: un espacio lúdico donde mezclar ideas y palabras.
Los días venideros
10.3.06
Cada vez que paso una buena racha pienso en disfrutarla, sabedor de que vendrán días peores. Cuando todo se vuelve en contra me digo que los malos días también terminarán. El secreto de la vida según el sabio chino Zhuang Zi está en no tener más preocupación que poder escuchar los latidos del corazón.
Reparto igualitario
9.3.06
Celia es una amiga a quien se le quedan pequeñas las relaciones de pareja. El otro día me comentó: «Yo no busco el amor de mi vida. A veces me gustaría cortar mi corazón en pedacitos y repartirlo. No sería de nadie pero sería de todos».
Distinguidos
8.3.06
A punto de cumplir los cien años el escritor Francisco Ayala no para de recibir homenajes. Lo veo en las imágenes de televisión moverse con la fatiga propia de su edad y pienso si todos esos actos protocolarios le llenaran de alguna satisfacción, cuando se supone que con el paso de tiempo a lo que se aspira es a la tranquilidad.
Pero lo que veo detrás de esa imagen son a los verdaderos homenajeados. Una cohorte de protagonistas que giran a su alrededor que son quienes se auto homenajean colocándose junto a Ayala.
Cómo se los montan algunos intelectuales de medio pelo, escritores mediocres y artistas prejubilados para estar en el escaparate mediático.
Fieles
7.3.06
Ella estaba casada y tenía una hija. Él también lo estaba y era padre de dos niños. Ambos llevaban unidos a sus parejas un tiempo casi similar y un proceso paralelo de ‘normalización’ matrimonial (*).
El azar los reunió. El amor les dio alas y mantuvieron una relación secreta y pasional durante muchos años, sin deshacer ninguno sus primigenias parejas. Al final se les gastó el amor y cada uno continuó con su vida.
(*)Eso que llaman fases del amor: enamoramiento romántico que suele durar un año; la etapa madura de vivir juntos, tener hijos y hacer proyectos; y el último ciclo de consolidación donde prevalece la complicidad, la amistad y el cariño. Después de estas tres fases hay quien dice que es mejor cerrar los ojos.
El tejido del corazón
6.3.06
Me cuenta Paula que la primera vez que nos rompen el corazón parece el fin del mundo y, en cambio, con el tiempo comprendemos que forma parte de nuestro aprendizaje afectivo y se compadece de quien no le haya ocurrido. Explica que este proceso no debe ser traumático porque el corazón se recupera debido a la gran capacidad de regeneración de su tejido cardiaco.
Charcos
5.3.06
De pequeño me mentía en los charcos de agua y disfrutaba lo indecible. Apenas dejaba de llover me calzaba las botas de agua y me ponía a cruzar aquellos pequeños mares y lagos. A mi madre no le hacía ninguna gracia y, en alguna ocasión, recibí una azotaina porque había más agua en mis botas de goma que en el propio charco.
Ahora me meto en otro tipo de charcos bien sea por amistad, por no saber estar callado o por ingenuidad. Y a pesar de que me mojó –a veces casi me ahogo-, no me importa. Ya lo dijo el filósofo griego Nausífanes de Teos, para salvarse antes hay que naufragar.
Etiquetas: Nausífanes de Teos
Películas
4.3.06
Tras la repercusión mediática y escandalosa levantada en Estados Unidos por la película ‘Broken Mountain’ espero, con impaciencia, la versión española. Una historia de dos toreros homosexuales que se podría titular ‘Plaza Rota’.
Cables cruzados
3.3.06
No puedo sustraerme a la petición que una mujer hace de su desayuno.
―¿Qué va a tomar?― pregunta la camarera.
―Por favor me pone un café con leche desnatada y sacarina. Y una tostada de mantequilla y mermelada― responde la mujer.
Después me pregunto qué información recibimos sobre la nutrición que provoca este tipo de desconciertos.
Los sumisos
2.3.06
Condena un poeta consagrado a los sumisos, a los gregarios. Habla amparado en la seguridad que le dan unos versos donde critica la guerra de Iraq y otros desastres de la humanidad.
Pienso que hablar es muy fácil, más aún desde las trincheras del bienestar acomodaticio y no ignoro que quien alza su voz contra los sumisos no lo es menos, o acaso no es un acto de sumisión recibir el Premio Nacional de las Letras, ser académico, invitado ilustre de tertulias, conferenciante –previo pago-, así como otras ocupaciones perfectamente encastradas en un sistema de acatamientos. ¿O sólo somos sumisos los que nos levantamos temprano porque tenemos que ir a trabajar para pagar el traje que nos cubre, la casa que habitamos y el pan que nos alimenta?
Renuncias
28.2.06
Obcecado
27.2.06
Despedida de soltero
26.2.06
No es tanto una crítica al uso de la libertad como un cuestionamiento del sistema que, de forma mayoritaria, impera en las relaciones de pareja.
Carnaval
25.2.06
Llegado el Carnaval y para disfrazarse es suficiente con quitar la máscara que llevamos colocada todo el año, nadie nos reconocería. En cambio para algunos ni eso es suficiente porque, tras desenmascararse, descubren que su verdadera cara es una nueva máscara.
Flores
24.2.06
Objetos perdidos
23.2.06
Infiernos
22.2.06
Las religiones han explicado siempre como el infierno es un lugar de sufrimiento para quienes se ha desviado del camino recto. Sin embargo para muchas personas el verdadero infierno está en La Tierra. Abundando en el tema se podría decir que existen muchas clases de infiernos. Como ejemplo de uno de ellos está el infierno de la zozobra que me ha toca vivir esta semana: tengo a los pintores en la casa.
Desencanto
21.2.06
Somos seres desilusionados desde ese momento que nos damos cuenta que nuestra madre y el pecho que nos amamanta no forman un simbiosis con nosotros. El conocimiento de ese desapego nos hace seres irreconciliables con el optimismo el resto de nuestros días.
Carpe diem
29.1.06
Hay días que son aborrecibles. Días que te hacen sentir como el gato de Schrödinger. Pero son tan pocos de los que disponemos que me da cargo de conciencia pasar un mal día.
Etiquetas: día, gato, Schrödinger
Transformismo
28.1.06
Cristina sells fish during the day and at night she serves glasses after the bar as ' pub'. The modern times have altered the sense of traditional stories, thus it is the case of cenicientas that Saturdays to midnight become the other way around but, and by day happen to be workers to princess at night. A good story that of Saturday night.
Comradeship
27.1.06
Difficulty
26.1.06
Racism?
25.1.06
Disruptores endocrinos
24.1.06
Eternal youth
23.1.06
Tinieblas
22.1.06
«Para qué quiero la luz. Me sé la casa de memoria». Me dijo antes de desaparecer en la oscuridad.
Agnósticos
21.1.06
Teníamos apenas ocho años de edad. Un mal día la terrible noticia de la muerte de un hermano mayor de mi amigo nos sorprendió mientras jugábamos. Sin entender la dimensión emocional de aquella catástrofe, mi amigo alzó los ojos al cielo y preguntó: «¿Señor por qué has inventado la muerte?».
Wrinkles in the heart
20.1.06
Baggage
19.1.06
At the end of the trip we will not be almost naked, like the children of the sea, but while we walked they stick so many things to us to the skin.
Inadvertencia
17.1.06
Ocurre, a veces, que reconoces a alguien en un cruce de miradas al igual que eres reconocido tú. En ese instante ni sabes cuándo de qué conoces a esa otra persona. Quienes entienden, dicen que la memoria es selectiva y que la ocupamos en aquello que nos resulta más esencial. Es decir que mis neuronas se encargan de olvidar detalles como el lugar, la hora, el contexto, pero no olvidan a la persona en sí.
Frenazo
16.1.06
Humoradas
15.1.06
Reasoning
14.1.06
Without words
13.1.06
Casimiro had madrugado and passed the day speech that speaks to you, in an inner monólogo. There was been single all the day while it listened to his thoughts without opening the mouth, but did not have the sensation of silence, but the one of to have spoken much. For that reason when it sounded the telephone, to that hour in which it puts the day his light of closing, as soon as it could maintain a conversation because it did not recognize that sound like his own voice.
Polígamos
12.1.06
Cada cierto tiempo los medios de comunicación suelen contar la biografía de algún hombre con una abundante vida amorosa que ha mantenido o mantiene relaciones afectivas con varias mujeres. La historia de la literatura está salpicada igualmente de estos personajes reales o ficticios.
Al parecer la necesidad de mantener el interés sexual depende, mucho más en el hombre que en la mujer, en hallar nuevas relaciones, incapaz de concentrar su atención sólo en el campo afectivo. En cambio en las mujeres es más extraño ver ejemplos como el citado. Interpretaciones del hecho debe haber para todos los gustos.
Frustrated vocation
11.1.06
Los suicidas van al cielo
10.1.06
Bind
9.1.06
Greater
8.1.06
Clear symptoms of change of state:
The first time that speaks to you of you.
If somebody is stopped in front of you, it salutes to you, speaks to you familiarly, it goes away and you do not know who is.
When they say to you if your fellow worker is your daughter.
If you need a change image.
When returning to a site where you used to pass it well and no longer she is the same.
Whenever you forget the name a person of certain interest that has presented/displayed to you. If, in spite of the persistence, you do not remember how that so good film was called.
When you begin to confuse the dates.
If your dreams are nightmares.
When you watch the mirror and you do not say either "I am so bad for the age that I have".
If you think "amanece that it is not little".
Finitud
7.1.06
Etiquetas: Borges, Jorge Santayana, Juan Gelman, Macedonio Luna, san Agustín
The book of the Experience
6.1.06
The soccer players prefer blondes
5.1.06
The bad conscience
4.1.06
La insoportable pesadez del ser masculino
3.1.06
Algunos hombres son como losas sobre sus compañeras. Cuántas veces he escuchado decir a una mujer mayor: «Señor, acuérdate de él que pueda descansar unos años». Recuerdo incluso una señora que me confesó: «No sé si será pecado pensar que mi marido se muera pero es que me ha dado tan mala vida».
Regla
2.1.06
El moralista francés François Marie de L'Ortie dejo escrito que el daño moral de reprimir un deseo es siempre mayor al bien que se procura. Quien no quiera lastimarse deje abierta la puerta a la tentación.