Hoy he perdido la tarde y no sé dónde fue a parar. También perdí un amor de juventud. He perdido varias veces la calma. Extravié las llaves de la casa y perdí las muelas del juicio. En mi habitual despiste de vivir no sé dónde he puesto la sonrisa que tú me regalaste. Tampoco sé dónde tengo guardado el Principio de Arquímedes y me hundo porque no hay ninguna fuerza que me empuje hacia arriba igual al peso del fluido que desaloja mi cuerpo.
En esta larga lista de extravíos uno no termina nunca de encontrar dónde está la Oficina de Objetos Perdidos.
3 apostillas:
En los últimos tiempos yo también he perdido cosas de importancia: la risa al levantarme, ese reparador llorar por nada, el deseo de prepararle el café como él prefiere.
Intenté entrar a la Oficina de Objetos Perdidos, pero no me ha abierto la puerta, espero que no me haya perdido yo toda completa y por eso no hay acceso.
Volveré a ver si tú encuentras la forma de recuperar tus extravíos, pero me aseguraré de guardar en lugar bien visible, los datos de esta casa.
FMOP, en el post discusión matrimonial, te he hecho un pedido.
Me respondes, si aceptas o no?
Muchas gracias, y disculpa lo pesada.
Sí por supuesto, mujer, disculpa mi tardanza en responder. Puedes hacer uso de todos los textos. He intentado responderte a un correo tuyo, pero no lo he hecho por falta de tiempo y otras cuestiones. Gracias.
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