Frenazo

16.1.06



Implicados en el vertiginoso ritmo que impone esta sociedad a nuestras vidas, a veces deberíamos frenar en seco. Sería para comprobar cómo la gravedad hace que el mundo gire sin nuestra ayuda. Un símil de aquella frase ácrata pintada en muchas paredes en la que se podía leer: «que se pare el mundo que me quiero bajar».



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