Somos seres desilusionados desde ese momento que nos damos cuenta que nuestra madre y el pecho que nos amamanta no forman un simbiosis con nosotros. El conocimiento de ese desapego nos hace seres irreconciliables con el optimismo el resto de nuestros días.
Desencanto
21.2.06
Somos seres desilusionados desde ese momento que nos damos cuenta que nuestra madre y el pecho que nos amamanta no forman un simbiosis con nosotros. El conocimiento de ese desapego nos hace seres irreconciliables con el optimismo el resto de nuestros días.
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1 apostillas:
Ja! qué tendría que decir yo, que fui alimentada a biberón.
Imagina mi complejo de botella.
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