El encuentro

26.1.25

 

Rita caminaba distraída por la orilla de la playa mientras ve como las olas arrastran hasta el rebalaje una botella de cristal que gira por el impulso del mar. Curiosa la recoge para ver el mensaje que contiene. Tras extraerlo, mira el texto: «cuando leas este escrito sabrás que es tu letra y que te escribo desde tu pasado». ¿El pasado? ¿Qué pasado? No haya respuestas en su mente de quien pudo ser aquella mujer que ahora le escribía. Desconcertada volvió a leer aquellas palabras: «Tuviste una vida ¿no la recuerdas? La de una joven que se ató a un destino por un amor». Nada en su cabeza, no había nada que le recordara a aquella historia. Entonces miró al cielo y al amplio mar como para entender que le estaba ocurriendo, pero nada de aquello tenía que ver con ella y con su vida actual. Temblorosa desenrolló de nuevo el papel pero su contenido era distinto nuevamente: «No busques respuestas afuera porque están dentro de ti. Cierra los ojos y escucha lo que siempre has sabido y nunca has querido oír». Rita dejó caer el papel por un momento trastornada por un ligero vértigo mientras se preguntaba cómo era posible que el mensaje cambiara frente a sus ojos. Acariciada por la brisa del marina y llena de inquietud volvió a mirar el aviso donde pudo leer: «Te olvidaste de ti y durante años viviste para otros, para cumplir promesas que no eran tuyas». Una ráfaga de imágenes cruzó, en ese instante, su mente como un relámpago, mezclando una risa olvidada, unas manos escribiendo cartas a escondidas, un amor prohibido que la había cambiado para siempre, hasta poder entender que aquel texto que se reescribía a sí mismo no venía de otra persona, sino de una versión de ella que se reescribía. Una última frase se litografió en el papel: «El mar siempre devuelve lo que crees perdido. Si has encontrado esto, te has encontrado a ti misma».



4 apostillas:

Joselu dijo...

Un extraño cuento de indagación y reconocimiento lleno de fantasía y una cosmovisión típicamente fmopaviana.

Anónimo dijo...

El relato sugiere que el autodescubrimiento es un proceso complejo y a menudo sorprendente. Rita, al enfrentarse a su propio pasado, se da cuenta de cuánto ha cambiado y cómo ha olvidado partes importantes de sí misma. La historia destaca la importancia de mirar dentro de uno mismo para encontrar respuestas y entender el propio camino de vida.
Este es un relato introspectivo y evocador que utiliza símbolos y metáforas para explorar la memoria y la identidad. A través del viaje de Rita, el lector es invitado a reflexionar sobre su propio proceso de autodescubrimiento y la importancia de reconectar con uno mismo.

Joselu dijo...

El relato puede interpretarse desde una cosmovisión fmopaviana, caracterizada por su naturaleza borrosa y contradictoria, donde la realidad y el yo interior se entremezclan de forma ambigua. La botella y el mar simbolizan un vínculo confuso entre el pasado y el presente, mientras que el mensaje cambiante refleja la inestabilidad de la identidad y la memoria. Rita, atrapada entre lo conocido y lo olvidado, encarna la contradicción de vivir para otros mientras se desconoce a sí misma. La narrativa sugiere que las respuestas están dentro de uno, pero estas son esquivas y se reescriben constantemente, como un reflejo de la incertidumbre existencial. En este sentido, el cuento ilustra una visión del mundo donde las certezas se desvanecen y los significados son fluidos e inaprensibles.

Ana dijo...

Es un relato curioso que se puede interpretar de muchas formas. A mi me parece un sueño a través del cual la protagonista toma contacto con otra vida que en algún momento vivió. Tal vez recordar esas vivencias era algo que necesitaba para darse cuenta de lo que está haciendo con su vida.