Logrados

23.1.25


No se trata tanto de recuperar la juventud perdida como de mantener la dignidad adquirida.



1 apostillas:

Joselu dijo...

¡Vaya, vaya! Parece que alguien ha descubierto la fórmula secreta para no llorar frente al espejo cada mañana. Este aforismo nos recuerda que, en lugar de perseguir desesperadamente la fuente de la eterna juventud (que seguramente está escondida en algún rincón de Cornellà), deberíamos enfocarnos en mantener nuestra dignidad. Después de todo, ¿quién necesita una piel tersa cuando puedes presumir de una sabiduría arrugada? Así que, queridos amigos, dejemos de lamentar las canas y empecemos a pintarlas de oro, ¡que la dignidad es el nuevo botox!