El jardín secreto

22.11.20

Cuentan de un hombre extravagante que cultivó un luminoso jardín lleno de las más maravillosas y exóticas plantas, nunca contempladas por ojos humanos. En su vergel creció la flor del sonido que en su ulular imitaba el llanto nocturno de un niño; la flor abanico, abierta al soplo del viento ábrego; la flor del gato de largos bigotes y espinadas garras; la flor de la pituitaria que mezclaba todos los aromas agradables; la flor del beso que daba amor sin fin; la flor linterna de iridiscencias lunares; la flor de porcelana, quebradiza a la mirada; la flor garza primorosa y alada; la flor de jade hecha del mineral de las palabras; la flor leona que rugía sus colores; nenúfares aéreos flotando como nubes; orquídeas murciélago que vampirizaban la luz; la flor de la escritura, reflejo de todos los libros leídos; flores cuánticas con pétalos cúbit; y la flor de la imaginación, capaz de ser presenciada de infinitas maneras. Cierto día cuando nació la flor de la muerte, murió y con él toda esa belleza, al ser su última voluntad el sellado y desmemoria del lugar. 

Ocurrió entonces un final sobrevenido a esta leyenda porque su mejor amigo, a semejanza de lo que sucediera con Kafka, traicionó su petición y no echó al fuego la llave del jardín cuya hermosura puede ser admirada por cuantas personas sientan curiosidad y gusto floral.



4 apostillas:

Albada Dos dijo...

Muy chulo. Escribir, quién sabe qué necesidad cubre.

Un abrazo

Juan Poz dijo...

"Paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos"... El clasicismo que nunca muere...

Joselu dijo...

Es muy interesante esta forma de componer imágenes híbridas que reúnen diferentes versiones de la realidad, así estas flores compuestas de flor y sonidos, besos, vientos, minerales, animales, escritura... Está en el origen del poema, es el poema.

Albada Dos dijo...

Un vergel extraño, y muy original. Un abrazo