Espectros

27.11.20



Convivimos con fantasmas a todas horas. Fantasmas que habitan y recorren las galerías de nuestra imaginación y se alojan en cualquier apartamento de la edificación mental. ¿Cómo sino explicar el caso de la vecina del tercero? Acostumbrada a la confianza que le confiero, con los años me va contando historias de su permanente contacto con unos antiguos inquilinos de su vivienda, que vuelven cada día en busca de algo que dejaron sin hacer en su anterior vida. Como su marido no la cree, un día se golpeó con un palo y se volcó la carne de membrillo por encima, prueba del martirio por el que está pasando ante aquellos que no la creen y le dicen que está loca. Yo la tranquilizo y le digo que mi cabeza es un lugar común de apariciones, muchas de ellas escapadas de los libros leídos y otras recreadas por el recuerdo.



3 apostillas:

Albada Dos dijo...

Inquietante cabeza lectora. Un abrazo

Joselu dijo...

Nuestra mente es creadora de apariciones, fantasmas, historias, anécdotas, obsesiones, ansiedad, miedo, sufrimiento, paz, felicidad...

Bubo dijo...

A veces no se distinguen personajes de fantasmas. Lo mejor es tratar con ellos sin preguntar si vienen de algún libro o de la tumba.