Dos noticias

12.6.16



Recibió dos noticias una buena y una mala. Cuando le llegó la buena noticia su corazón se esponjó, sus pulmones se hincharon y una sensación de bienestar recorrió todo su cuerpo. Apenas extasiado en su estado efusivo por la buena noticia recibió la mala noticia. Todo aquel estado placentero se plegó arrugando su corazón y anegándolo de tristeza. La buena noticia no tenía ningún efecto porque la mala lo anulaba, aunque tampoco podía sentirse triste porque la buena noticia lo alegraba. Por momentos se hundía y se levantaba, sonreía y lloraba, dependiendo qué idea predominara en su mente.
La buena noticia era que no solo había una mala noticia y la mala noticia que no solo había una buena noticia.



3 apostillas:

Joselu dijo...

Hay quienes temen las buenas noticias porque piensan que van unidas necesariamente a sus complementos malos. Que todo instante de feliicidad va unido en el tiempo con un momento de dolor. Que esto forma parte del equilbrio de la vida. Que no hay placer sin un dolo que lo contrapese. No sé si esto es solo mitología, pero a veces lo veo como bastante verosímil.

Anónimo dijo...

Eso que escribes es muy cierto

Emilia Gutiérrez dijo...

Se parece a la vida. Es como cuando te haces grande y decidis que va a pesar más, la buena o la mala. De acuerdo a eso, es el color.
Saludos