A recoger

6.10.13



Cuando la madre le pidió que ordenara sus juguetes, el niño le dijo espera y verás cómo el tiempo lo pone todo en su lugar.



3 apostillas:

Juan Poz dijo...

Acto seguido, la madre se descubrió el cráneo ante el "monstruo de la naturaleza" o el nuevo "Jesús entre los doctores"...
Este cuento diminuto es asombrosamente enorme. De hecho, esta es la paradoja de la serie: diminutos y grandiosos. Como ya he tenido ocasión de hacerlo en otras ocasiones, la enhorabuena de mis siempre fervientes envidias:la sana y la insana.

Javier dijo...

¿El tiempo es esa providencia redentora? ¿O el destino común indulgente? Dudo que eso sea así, no por nada, solo por dudarlo...

Un abrazo

Chus dijo...

Y las mías, Juan Poz, y las mías. Añadidas a una sincera admiración. Pujo al par; no lo concibo de otra manera -quedaría la pata quebrada-. Gracias a ambos por poner en movimiento el pensamiento, por el equipaje tan bien escogido y la palabra oportuna.