tag:blogger.com,1999:blog-17454133.post5699247833896440089..comments2024-03-28T12:21:41.838+01:00Comments on El día que estés muerto sabrás cuánto te quieren: A recogerfrancisco m. ortegahttp://www.blogger.com/profile/12351036885514159667noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-17454133.post-77594713386333379142013-10-06T15:46:39.136+02:002013-10-06T15:46:39.136+02:00Y las mías, Juan Poz, y las mías. Añadidas a una s...Y las mías, Juan Poz, y las mías. Añadidas a una sincera admiración. Pujo al par; no lo concibo de otra manera -quedaría la pata quebrada-. Gracias a ambos por poner en movimiento el pensamiento, por el equipaje tan bien escogido y la palabra oportuna. Chusnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-17454133.post-60165828881866434622013-10-06T12:59:41.204+02:002013-10-06T12:59:41.204+02:00¿El tiempo es esa providencia redentora? ¿O el des...¿El tiempo es esa providencia redentora? ¿O el destino común indulgente? Dudo que eso sea así, no por nada, solo por dudarlo...<br /><br />Un abrazoJavierhttps://www.blogger.com/profile/15220878321131486912noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-17454133.post-29593919821325736762013-10-06T09:34:56.681+02:002013-10-06T09:34:56.681+02:00Acto seguido, la madre se descubrió el cráneo ante...Acto seguido, la madre se descubrió el cráneo ante el "monstruo de la naturaleza" o el nuevo "Jesús entre los doctores"...<br />Este cuento diminuto es asombrosamente enorme. De hecho, esta es la paradoja de la serie: diminutos y grandiosos. Como ya he tenido ocasión de hacerlo en otras ocasiones, la enhorabuena de mis siempre fervientes envidias:la sana y la insana.Juan Pozhttps://www.blogger.com/profile/17503156474886831961noreply@blogger.com