Cuando cantan las sirenas

—En Copenhague parece que la gente no tiene prisa.

—Vivir toma mucho tiempo a las personas.

—Será solo una apariencia. A veces me ahoga la quietud y otras me espanta la lentitud.

—Lo que el hombre decide y ejecuta conscientemente no significa nada, mientras que lo que nosotros hacemos sin querer queda detrás de nosotros y nos persigue, o mejor dicho, nosotros corremos delante.

—Puede que sea eso, señor Iwaszkiewicz, que me persigue lo que yo persigo mientras miro como corren los demás.

—Estamos inclinados siempre a ver en los otros los sentimientos que albergamos en nuestro corazón.

—En esta torre de Babel no hay manera.

—Donde todo el mundo canta al unísono, las palabras no tienen importancia.

—Habrá que contener a los bárbaros.

—La bestialidad nunca cruza las fronteras, donde pone el pie es siempre territorio suyo.

—Entonces mejor dedicarse a la retirada.

—Es una falta pesada no darse cuenta de la propia dicha.

—La satisfacción y el júbilo vienen de la mano de los sentimientos que nos confunden.

—En todo gran amor hay algo humillante y risible.

—Aunque sea literario...

—Escritores, hay que escribir no con tinta, sino con la sangre. Pero no con la de otros.

15-M:« Fíate de un banco y dormirás en él»

«La verdadera vida no es más que un poco de ignorancia: solo existe lo inacabado» Lorette Nobécourt