El futuro no es de nadie, afortunadamente. No está comprado, ni vendido, ni comprometido. Lo rige un principio de incertidumbre, elemento fundamental que domina cualquier reacción desde el presente e impulsa a quienes quieren alcanzarlo sin los condicionantes extremos de la propiedad y la determinación.
15-M:«Qué porvenir, con exilio juvenil»
«Más aún que en el poema, en el aforismo la palabra es dios» Cioran
1 apostillas:
El futuro ya está comprado, Francisco, ¿o no has oído hablar del "mercado de futuros"? El capital no deja tiempo ni espacio sin esquilmar, es una máquina perfecta...
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