Óbito

3.4.11



Me muero de contento -dijo-. Y, felizmente, fue enterrado.



5 apostillas:

Malo Malísimo dijo...

Una buena muerte la de Óbito.

Anónimo dijo...

Eminencia, ¡CHAPEAU!.
Esto sí que es filosofía en estado puro y duro.

Ahora sí. ¿lo ves?... como cuando quieres puedes. Ainss, estos genios moco son.

Demuestras ser un sabio, en tiempo record, rectificando con tanta humildad.

Has hecho que me sienta privilegiado, y a la vez honrado, al dedicarnos esta sublime obra de arte del pensamiento contemporáneo.
Agradézcote hasta el infinito y un minuto más, tu amable consideración.
Eres un amour.

Lamento mis faltas de ortografía y aparente carencia intelectual.
Ya me excusarás; pero es que me ha puesto tan nervioso al dedicarnos este sublime post, que me tiemblan las manos y hasta la neurona de mi celebro.


Un sentido saludo para mi idolatrada mosca.




PD : Justo es que, correspondientemente, en lugar de un poquito de la mierda que tanto sé os gusta a las moscas, te dedique la próxima entrada en mi asqueroso y mal oliente chabolo. Allí estarás en tu salsa, seguro.

Joselu dijo...

No hay como tomar una frase hecha en su sentido literal y llevarla a la conclusión lógica que se desprende de ella. Y, a veces, surge un pequeño poema narrativo producto de la tensión del lenguaje.

Ni caso. ;-)

Ulla Ramírez dijo...

o..
Murió de alegría porque pasó a mejor vida.

Maria Coca dijo...

Pues habría que felicitarlo... no??