La sensación de permanecer quieto, sin hacer nada, ha sido definida desde el pensamiento oriental como una 'quietud creativa', concepto que vienen a llamar Wu Wei y que, entre otras cuestiones, plantea una filosofía que deja las cosas fluir. Aunque menos sutil el refranero también acoge cierta reflexión sobre el asunto e indica: «deja el mundo correr». Entre tanto proveámonos de una pasividad activa que nos afloje aunque sea sólo en verano.
Greguería
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Las montañas se movieron y su fe en los movimientos tectónicos fue
profunda.
Hace 21 horas
4 apostillas:
Otra versión del tema es aquella que dice: "Si te entran ganas de trabajar, te sientas y esperas a que se te pasen..."
Más que quedarse quieto, yo diría estar atentos. No se puede ir por la vida corriendo como un pollo sin cabeza.
Es importante el contraste entre fases de intensa acción con otras de meditación. El movimiento es solidario de la inacción, no es su contrario. Alerta creativa, atención intensa en la quietud... Los seres humanos deberían participar de ambos principios: acción/contemplación.
Esto que cuentas, Francisco, es de mucha aplicación en toda la sociedad pero yo lo veo muy necesario, sobre todo, entre los escritores. Cuántas veces se percibe que un texto ha sido arrancado del autor, sin permitir que madure, es decir, sin darle ocasión a que adquiera su forma y nazca por sí mismo.
Un abrazo y gracias por este sugerente post.
PABLO GONZ
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