Olvidó la cabeza en su casa y comprobó que podía actuar de igual manera.
El decapitado
29.8.10
Olvidó la cabeza en su casa y comprobó que podía actuar de igual manera.
Etiquetas: cuentos diminutos
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4 apostillas:
Pero...¿tú ves cabezas por la calle cuando paseas?
Yo, hace un montón que no veo ninguna...
La mía ni sé donde está :-)
Últimamente sólo veo ombligos que se miran...
Muchos besos, con cabeza, tronco y extremidades :-)
¡¡fíjate, la había olvidado aquí, la última vez que vine!!
Todos somos de la tribu de los decapitados, como lo prueba la socorrida expresión coloquial: "No sé dónde tengo yo la cabeza..." Lo que nos costará reonocerla, el día que la encontremos..., tanto como a los islamistas sus babuchas a la salida de la mezquita...
;-)
No es bueno este post, amigo. Estamos rodeados de descabezados. No es la ficción, es lo real. Hoy he visto al menos dos. Yo, a veces, salgo sin propósitos. Así me va.
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