Igual que la materia tiene su parangón en la antimateria, así los humanos debemos tener un antiyó en algún lado.
El mío debe estar dedicado a levantar los altos edificios que no planifiqué, al viaje espacial del cual no despegué o a la escritura de las novelas sin publicar. Tal vez sólo sea un niño que juega con su pelota.
5 apostillas:
El mío debe estar hablando con los arboles, enredándolos en hilo azul,
viendo burbujas de oxígeno...
Ese antiyó reside quizás en nuestra fuerza imaginativa que genera alternativas y otras vidas distintas a la nuestra.
si es anti-tu debe estar matando, destuyendo. O almenos dandoles duro con un palo en la cabeza a la gente.
Cuídate....no vaya a estar leyendote y acabeis estallando
Pues si el mío no anda con el tuyo por otra galaxia, será que es una mujer que sabe hacer paella y amamanta a sus hijos... Qué animal...
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