Tras dos hijos y mucho amor, su mujer un día lo abandonó. Habían sido cinco años de noviazgo y ocho de matrimonio. De repente se vio solo y entró en una crisis. Depresión médicos, psicólogos, terapia. Cuando todo parecía perdido se refugió en un café-teatro donde a diario actuaban humoristas. Un día se le escuchó decir: «la vida hay que tomársela a risa».
usos de la democracia
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*Hubo un momento en que llegó a pensar que la libertad era posible y que,
para ello, era necesario resistirse a la autoridad bajo todas sus formas.
Pero la...
Hace 5 horas
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