¿Viejo cerebro frente a nuevo cerebro?

11.9.25

Escucho con abundante frecuencia el debate sobre si existe un uso o un abuso de las nuevas tecnologías. El debate es largo y puede resultar hasta tedioso. Especialmente si defensores o detractores de determinadas tesis no ponen encima de la mesa todos los elementos necesarios para alumbrar el conocimiento de esta cuestión.

Hasta donde nos ha llevado la evolución humana tenemos un modelo metal que es fruto de un desarrollo. En la actualidad, tenemos un cerebro que durante milenios se ha modelado en el juego libre, como laboratorio de ensayo del mundo; la naturaleza, como inmersión sensorial y reguladora; los vínculos afectivos, como cimiento de identidad y confianza; la conversación, como campo de intercambio simbólico y expansión de conciencia. Si estos han sido los nutrientes tradicionales del cerebro, el ingreso masivo de las tecnologías —y en particular de la IA— plantea una cuestión inédita: ¿estamos ante una sustitución, una mutación o simplemente una capa añadida?

La neuroplasticidad abre la puerta a ambas posibilidades. Por un lado, el cerebro se adapta: puede habituarse a estímulos digitales, reorganizar redes neuronales en función de pantallas, algoritmos y flujos de datos. Pero toda adaptación es también pérdida de otras rutas posibles: cuanto más se fortalece un circuito, más se debilitan los caminos no transitados.

El riesgo, quizá, no es que el cerebro humano se degrade, sino que se especialice en un nuevo ecosistema: un cerebro diseñado para la inmediatez, la fragmentación de la atención, la hiperestimulación y la interacción con lo artificial, en detrimento de las habilidades que nacían del contacto directo con lo natural, lo lento, lo ambiguo. Es por tanto el momento de preguntarnos: ¿seguirá siendo el mismo cerebro humano si cambia el ‘humus’ que lo nutre? ¿o estamos incubando una nueva modalidad de mente, donde lo artificial no es solo herramienta, sino parte constitutiva de lo que somos? ¿estamos probando si nuestra plasticidad puede tolerar un nuevo modelo de vida mental.

No podemos olvidar que el cerebro, gracias a su plasticidad, no se ha limitado a resistir sino que se ha ido adaptando. En el actual panorama se refuerza la capacidad de procesar grandes volúmenes de información en paralelo, hay una mayor rapidez en la toma de decisiones frente a estímulos y existe más familiaridad con sistemas simbólicos mediáticos. Por el contrario, toda adaptación tiene un precio, ya que lo que se fortalece en un área puede empobrecer otras, porque la atención sostenida, la memoria profunda, la contemplación, la empatía encarnada y la imaginación vinculada al contacto sensorial pueden debilitarse.

Mientras tanto los padres deberán seguir afrontando esa nueva realidad en lo hijos (y en ellos mismos), sin olvidar que sus progenitores también tuvieron dificultades en el entendimiento del comportamiento de sus hijos.


Espantosos

10.9.25


Tantas veces asusta descender al sótano del alma humana.


Requerimientos

9.9.25


En toda vida humana hay, al menos, un momento de lucidez para interrogarse sobre el hecho de existir.



Funerarias

8.9.25


Todos los buenos momentos yacen bajo las ruinas del tiempo.


Competición

7.9.25


Las madres se miraron compulsivas y apretaron sus manos contra la barra de empujar el carrito de sus bebés y, como aurigas furiosas, se lanzaron a la carrera. Las ruedas golpeaban los adoquines, chirriaban en las esquinas y se deslizaban temerarias por los pasos de cebra. Los transeúntes se apartaban incrédulos, los semáforos parpadeaban como jueces implacables y los coches tocaban el claxon como trompetas de estadio. La meta, nadie lo sabía. Quizá era simplemente llegar antes a ninguna parte.



Motivaciones

6.9.25


Se puede andar perdido y, aún así, ser capaz de encontrar, en el más nimio motivo, un chispazo de alegría.



Precisas inexactitudes

5.9.25


Sabemos administrar lo que sentimos en la medida exacta donde se desborda el corazón.



Irresolutas

4.9.25


Sobrevivir es aceptar que todo no tiene solución.


Disímil sentir

3.9.25


Cuando te sientes como un pez y los demás peces no sienten igual. Esa sensación.



Objetados

2.9.25

 

Cargarse de razones, no es tener razón cuando la razón entra en contradicción con la realidad.



Atentos

1.9.25


Escucha a los demás para no hablar mucho de ti.



Relojes

31.8.25


El tiempo impío pasó y todos supieron de sus consecuencias. Los relojes, cansados de avisar en vano, comenzaron a atrasarse adrede. Primero minutos, luego horas, después días enteros. Era su forma de desagravio para enredar al mundo que los había encadenado a un tic-tac eterno.


Crecidas

30.8.25


La humildad es aquello que se cultiva con el tiempo.



Complicaciones

29.8.25


Levantarse al día con una vida sofisticadamente sencilla.

Visionados

28.8.25


A pleno sol todo es espejismo.



Inacabables

27.8.25


La vida como un imperturbable adiós que nunca cesa.


Maliciosos

26.8.25


Son las frustraciones personales las que convierten a algunos seres humanos en malas personas.


Continentes

25.8.25


La esperanza es quien nos contiene y no la tenemos a ella.



Reencarnación

24.8.25


Al jardinero, la decapitación de los rosales lo iluminó, de repente, sobre su anterior vida como verdugo. Desde entonces, al podar, pedía perdón en voz baja, mientras las espinas lo miraban con un rencor antiguo.


Seguridades

23.8.25


Cuanto más pienses que te equivocas menos, más desacertado estarás.