Estamos de prestado en Internet. Un día, sin más, te pueden cerrar el blog por cualquier razón peregrina que se le ocurra a alguien con poder. Otro borrar tu identidad de alguna red social a la que pertenezcas, igual que le ha ocurrido al escritor Salman Rushdie, autor de 'Los versos satánicos', en Facebook. Al final ganó la batalla a través de Twitter, aunque sospecho que por ser quien es más que por su estrategia. El resto de internautas más anónimos estamos vendidos. Igual un día borran mi existencia virtual —es sólo una especulación— porque de la otra se encargará el tiempo.
15-M:« Se alquila esclavo económico »
«El mundo necesita otra revolución», Peter Sloterdijk, filósofo