¿Tiene el ser humano una identidad perdida?
«El hombre más poderoso es el que es dueño de sí mismo» Séneca
―Trabajaba hace unas noches en un tema para el periódico cuando alguien llegó hasta mí.
―Hola ¿sabes quién soy?
―Sí, te conozco. Eres la muerte pero sé que no vienes a por mí —le respondí— ¿Qué quieres?
―Cómo sabes eso
―Porque no eres mi muerte sino la muerte en general, en abstracto. Nunca se muere uno siempre mueren los demás.
―Vengo a pedirte un favor.
―Un favor ¿yo?, un simple plumilla... Si está en mi mano.
―Quiero que redactes mi obituario.
—¿Quieres que escriba tú esquela de defunción? —pregunté perplejo.
—Me gustaría tener una buena y poética necrológica. Soy la única que pude leer la esquela de su propia muerte porque soy inmortal.
—¿Morir tiene mérito? No te reconozco grandes virtudes.
—¿Acaso no soy la eterna enamorada de la vida?
—¿Amor?
―No soy quien calma el dolor de los enfermos terminales.
―También te llevas a quienes queremos.
—No doy descanso a quienes están exhaustos de vivir.
―Y a quienes son jóvenes.
—Unos mueren para que otros vivan. Además si nadie se fuera este planeta sería inhabitable.
—Pero no todos se van de igual manera.
—La vida no es justa y yo solo soy una de sus consecuencias.
—A pesar de todo no inspiras respeto sino miedo.
—No soy responsable de la fragilidad humana ni de su miedo a la nada.
—Por donde pasas dejas un rastro de tristeza.
—De ese sentimiento no soy culpable.
—Está bien, escribiré: aquí no yace la muerte hasta que exista la vida, que trabajó por preservar la ley de lo efímero y porque siempre hay amores que matan. Destacaré tu puntualidad a la hora de tus citas y tu exactitud.
―Sabrás como hacerlo.
15-M:« Alternancia no es Democracia »
Etiquetas: aforismo dialógico, Séneca
Escribimos para no dejar de ser quienes somos.
G. Deleuze:
«Quizá soy transparente y ya estoy solo sin saberlo...»
Thomas Szasz:
«Si tú hablas a Dios, estás rezando; si Dios te habla a ti, tienes esquizofrenia. Si los muertos te hablan, eres un espiritista; si tú hablas a los muertos, eres un esquizofrénico»
Marco Aurelio:
«Toma sin orgullo, abandona sin esfuerzo»
Albert Camus:
«La gente nunca está convencida de tus razones, de tu sinceridad, de tu seriedad o tus sufrimientos, salvo sí te mueres»
Charles Caleb Colton:
«Hasta que hayas muerto no esperes alabanzas limpias de envidia»
León Tolstoi:
«A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa»
Voltaire:
«La duda no es un estado demasiado agradable pero la certeza es un estado ridículo»
Mahmoud Al-Tahawi:
«La perfección es el pecado de los vanidosos. La torpeza la virtud de los indefensos»
Fénelon:
«Huye de los elogios, pero trata de merecerlos»
Antón Chéjov:
«Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio»
Bukowski:
«Que no te engañen, chico. La vida empieza a los sesenta»