—Venía a pedirle un autógrafo, soy fan suyo señor Malraux.
—¿Por qué?
—Es usted un mito.
—De alguna manera todos los somos, al menos para quien no quiere descifrarnos.
—Ya que estoy aquí ¿podría preguntarle algo?
—Interrógueme.
—Fue un pronóstico baldío decir que este siglo sería espiritual o no sería.
—No estoy seguro que yo dijera eso pero está por saber.
—¿No es valiosa la existencia según usted?
—He aprendido que una vida no vale nada, pero también que nada vale una vida.
—Curiosa manera de mirar la muerte.
—La muerte sólo tiene importancia en la medida en que nos hace reflexionar sobre el valor de la vida.
—No por meditar en todo caso sobre ello no succiona el desconsuelo.
—Todo hombre se parece a su dolor.
—Nos revelamos contra ello por lo creativo.
—La cultura es lo que, en la muerte, continúa siendo la vida.
—Pero sin resarcirnos de su condena.
—Bueno por eso el arte es una rebelión contra el destino.
—El bálsamo de la palabra puede serlo también.
—La verdad de un hombre reside, sobre todo, en lo que calla.
15-M:«
Ha nacido en Sol un nuevo nosotros »
«La clave no está en otro sistema de partidos, sino en el control y rendimiento de cuentas del estamento político, en la introducción de mecanismos de democracia directa» Raimundo Viejo Viñas